Con cierta tristeza escribo estas anoréxicas líneas, ya que me he enterado, que de los bustos de personajes célebres de nuestro terruño y de otros que decidieron ser de aquí, el del controvertido Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como “El Pípila” debido a las pecas de su cara, y a que en aquellos años por ser más blanco que los demás y dada la combinación facial lo compararon con los huevos de guajolota o cóconas, y así le apodaron “El Pípila”, del cual ya conocemos la historia y del que se duda su existencia. Ahora queda fuera de esos bustos que se pondrán en el Jardín del Cantador como un homenaje a estos personajes distinguidos, argumentando una regidora del PRD, que según, como es un busto y no tiene brazos no se le pueden poner tanto antorcha ni la loza o sea los elementos iconográficos característicos de este héroe de la Independencia, además de que ya tenemos la estatua más grande del país representando a este histórico personaje.
Me parece que esto sería correcto si los que ya tienen una placa, una estatua, un busto, su nombre en alguna calle, pues ya no se les hiciera, ¡hay que ser parejos! Esto ya parece discriminación porque hay que recordar que era descendiente de indígenas como lo somos la gran mayoría de los mexicanos, así que sí algunos van a dobletear pues queremos a nuestro héroe, y que se imaginen cómo pudiera ser ese busto. Sugiero que tras de su cabeza sobresalga un pedazo de loza y una mano levantando la antorcha, todo es cuestión de imaginación.
No será homenajeado
Por tener una muy grandota
Puede ser bien representado
Con huevos de guajolota…
