Literaria

Condiciones idóneas para una buena lectura

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Hoy en día la lectura ha pasado a ser un pasatiempo de los más rezagados en México; la tecnología como los dispositivos móviles, las consolas de video juegos, los videos de internet, la televisión y las múltiple opciones de entretenimiento inmediato que constantemente distraen nuestra atención, hacen que la actividad lectora disminuya cada vez más y de manera muy considerable.

Sin embargo no podemos negar que la lectura debería ser una de las actividades primordiales en edad escolar, a causa de que no lo es, el rendimiento educativo de quienes actualmente se encuentran inscritos en una institución educativa se ha demeritado considerablemente.

Los estudiantes cada vez consideran menos indispensable llevar a cabo una actividad lectora constante; sus intereses cada vez se diversifican más y esto les impide adoptar un verdadero rol estudiantil que les permita adquirir una educación de calidad.

No podemos negar que mucha de esta responsabilidad la tienen los maestros, quienes como figura de autoridad deberían procurar que los alumnos muestren en sus clases verdaderas evidencias de que han leído algo; sin embargo, los nuevos modelos educativos, cada vez más autogestivos intentan incitar a los estudiantes a que realicen por sí mismos esta actividad; sin embargo parece que los esfuerzos no ha sido suficientes, pues la fuerza de voluntad de los alumnos no ha podido ser persuadida por las intenciones educativas del fomento a la lectura.

Una de las causas principales por las que los alumnos dejan de lado la posibilidad de leer, es porque lo consideran aburrido, les causa somnolencia, no son capaces de retener la atención en lo que están disponiéndose a leer, etc.

Estas excusas son sólo unas cuantas de las múltiples que existen para evadir un verdadero trabajo  lector; definitivamente no podemos negar que existe material difícil de digerir mentalmente, al que nos cuesta mucho trabajo entender y más aún continuar de forma fluida al momento de realizar la actividad lectora; por esta razón es verdaderamente importante tener presentes las condiciones básicas e indispensables para realizar una buena lectura; ya que si no se cuenta con el hábito lector, será muy complicado realizar esta actividad en cualquier lugar.

Quienes tienen este hábito muy desarrollado quizá no necesiten un ambiente específico ni condiciones determinadas para realizar la lectura; sin embargo si se es de las personas que pretenden iniciar una hábito lector desde cero, es bastante importante tener en cuenta estas condiciones:

Primeramente debemos seleccionar un lugar que nos resulte tranquilo aunque no demasiado como para que nos relaje. Por ejemplo, si el silencio es una condición que nos causa sensación de sueño podemos optar por poner un poco de música sin letra y a volumen moderado, que amenice el ambiente de forma cómoda pero que no nos distraiga.

Posteriormente debemos considerar que la postura es un elemento indispensable para la realización efectiva de la lectura, si optamos por una postura demasiado rígida nuestra espalda y hombros se cansarán rápidamente y no nos permitirá seguir con nuestra acción; pero si tomamos una posición demasiado relajada, casi recostada, la sensación de somnolencia nos hará su víctima y culparemos de esto a la lectura que estamos haciendo; por eso debemos optar por una postura intermedia que nos dé un  buen soporte a la espalda y que no nos oprima los hombros.

Finalmente debemos procurar no portar o estar cerca de distractores que puedan dispersar nuestra atención, por lo que no debemos leer cerca de la televisión, video juegos, teléfono móvil o computadora; a menos que la lectura que estamos haciendo sea en formato digital y requiera de cualquiera de estos dos últimos.

Evidentemente todos somos diferentes y tenemos distintas maneras posibles de aprendizaje, sin embargo estas son recomendaciones generales con las que podemos intentar comenzar a generarnos un buen hábito lector.

Recordemos que la lectura es una de las principales fuentes de conocimiento e información; podemos comenzar nuestra actividad lectora con las recomendaciones escolares o simplemente con alguna literatura de nuestro interés, una vez generado el hábito nos será mucho más sencillo desarrollar un criterio selectivo que nos permita identificar la literatura confiable y artística para separarla de la literatura basura y con información de dudosa confianza.