Candil de la Calle

La marca GST

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En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.

William Shakespeare

Alejandro Navarro Saldaña, en su momento presidente de Guanajuato somos todos (Foto: Archivo)

La escisión de un grupo de consejeros e integrantes de Somos Guanajuato, A.C. (denominación formal de la agrupación que públicamente se conoce como “Guanajuato Somos Todos”) es algo así como la crónica de una muerte anunciada, con todo y que suene a cliché, de una marca que desde su origen aglutinó sí a ciudadanos interesados en la defensa de la preservación patrimonial de la ciudad, pero que también tuvo entre sus fundadores a militantes de un partido que pueden perseguir este propósito… pero también la consecución del poder.

Ese ha sido un sino infortunado.

Pero no el único.

Porque los conflictos de intereses en una agrupación como ésta no comienzan ni terminan en un interés político o partidista, como algunos pretenden hacerlo creer.

Dentro del grupo hay intereses empresariales que en un momento dado han estado vinculados —como contratistas, concursando o recibiendo asignaciones de obras— con administraciones municipales y estatales, en padrones oficiales.

Esos también pueden ser conflictos de intereses, y hoy se ve más claro que nunca.

Son varias las puntualizaciones que hicieron el martes los integrantes del grupo que abandona “Somos Guanajuato”, Cecilia Barrera, la fundadora, entre ellos.

Que tras la renuncia de Alejandro Navarro Saldaña como presidente para convertirse en candidato del PAN a la alcaldía, se debió designar, como lo marcaban los estatutos, a Luis Miguel Rionda como presidente interino para culminar el periodo correspondiente.

Que no se hizo así, sino que en un acto de buena fe, se respaldó a Salvador Flores para que ocupara este cargo hasta que concluyera el periodo y se hiciera la elección de la nueva dirigencia.

Que esto no se protocolizó debidamente en el acta correspondiente.

Que de ahí en adelante, se sesgó la convocatoria para las siguientes reuniones y actividades, dejando fuera a varios de los integrantes del grupo, hasta que las decisiones y los enlaces con autoridades para asuntos de la representación de la asociación quedó en manos de unos pocos, y que dejó de fluir la información para el resto.

Que en la última asamblea, Salvador Flores presentó su renuncia al interinato… pero sigue al frente y tampoco ha convocado a la asamblea de elecciones.

Que los desacuerdos por éste y otros asuntos han dado motivo a descalificaciones a las opiniones que no son acordes…y eso es muy fácil de comprobar al revisar la página de Facebook “Guanajuato Somos Todos!!”.

Ahí se pueden leer los argumentos de unos, y los calificativos de otros.

Que hoy se defenestra la participación panista —misma que efectivamente marcó a la agrupación y ésta fue una plataforma— pero en la vida pública de Guanajuato queda la activa mancuerna de campaña por la Alcaldía entre Alejandro Navarro y su (entonces) amigo y compañero de grupo Salvador Flores.

Memoria sí hay.

Conflictos de intereses, también.

Unos conflictos se van.

Otros se quedan.

Es una pena.