Las cualidades de la flauta de cristal. Entrevista con Cuauhtémoc Trejo (flautista)

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Carlos Olvera

03 de diciembre de 2011

Cuauhtémoc Trejo es el intérprete que supo revivir el potencial de la flauta de cristal y plata, en posesión de los descendientes mexicanos de Pelegrín Clavé, aquel artista y maestro del retrato que fue director de la Academia de San Carlos cuando el emperador Maximiliano tomó el gobierno de México. De Cuauhtémoc Trejo hay mucho que decir, baste con señalar que estudió en la Escuela Nacional de Música de la UNAM y en el Conservatorio Nacional de Música del INBA, continuando sus estudios en Inglaterra. El repertorio que ha interpretado forma parte de foros como el Festival Internacional Cervantino. Desde 1982 es flautista principal de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, con la que hizo la primera grabación de la obra Amatzinac de Pablo Moncayo. Participó en la fundación del ensamble de música barroca Collegium Musicum y es miembro de la Capella Guanajuatensis, ensamble de instrumentos históricos, y forma parte de otros ensambles internacionales, con los que ha realizado grabaciones de partituras inéditas del barroco.

Cuauhtémoc Trejo con la flauta de cristal en el foyer del Teatro Juárez

La flauta de cristal ¿sí es de cristal?

Si. En un principio la familia Clave me había dicho que de cristal de roca. Es un cristal con un tratamiento muy especial, que sabemos que es al zinc. Hay técnicas muy especiales de la fundición del cristal, pero realmente no sabemos cómo trabajó Claude Laurent para hacer los tubos con la precisión indicada. Es una técnica que implica un esmerilado muy complicado. Realmente tiene un mérito muy grande la tecnología del cristal y además las monturas de las llaves que fueron invención de él.

Una auténtica joya…

Sí, es una joya. Desde que me dijeron: “El emperador Maximiliano trajo la flauta y la regaló a Pelegrín Clave”, entonces es una joya imperial que para un desagravio la regaló al pintor. Cuando llegué a la casa de Martín Clavé y me presentó el instrumento, fue impresionante reconocer la escala que tenía, la afinación, el sonido, ver que era un instrumento real, no era nada más un objeto decorativo. Después me puse a investigar un poquito más de la historia de este constructor, Claude Laurent, intenté dar un seguimiento a las flautas que existen en el mundo y nos damos cuenta de que efectivamente sí se tocaron en la época, muy poquito pero se tocaron, simplemente porque los flautistas de la época no podían tocar la flauta de cristal en su sistema musical. Es un instrumento que siempre estuvo en manos de aristócratas, era un símbolo bonapartista, porque Napoleón protegía a este constructor, de hecho tuvo a su flautista imperial que era Luis Drouet. Él era un médico de experimentación de construcción de instrumentos. Así que rápidamente se olvidaron del instrumento por su costo y su dificultad. Entonces las flautas de cristal pasaron de moda después de la muerte de su constructor más o menos a mitad del siglo XIX y por supuesto también pasaron de moda por la flauta moderna. La flauta moderna nace en 1846, es decir, el constructor alemán presenta su patente en 1846 y digamos que se lleva las palmas. Es un instrumento sumamente sofisticado, con muchas llaves, y más cosas, que vino también a cambiar la estética. Esto no quiere decir que es totalmente una evolución; cambió la estética y cambió la agilidad del instrumento, pero las sonoridades del barroco y del clasicismo están guardadas en ese instrumento.

En comparación a los otros materiales, ¿cómo es la flauta de cristal?

Tiene una pureza, una transparencia, una pureza de armónicos increíble, tiene un canto hacia los agudos muy puro. Entonces es definitivamente un instrumento del clasicismo en transición al romanticismo, con una proyección sonora un poco más grande a una flauta de madera. El color cambia definitivamente: es más cristalina.

Cuauhtémoc Trejo tocando la flauta de cristal en el Teatro Juárez (Foto: Especial)

Con ser una flauta antigua, ¿cómo cuántos años tiene?

176 años. Es la única flauta que sabemos que existe en México, sería difícil que hubiera otra. Sí hay en Nueva York. En el Museo Metropolitano hay una flauta, y sabemos de otras que son privadas. Hay una colección muy grande en Estados Unidos de flautas históricas de todos los tiempos, de un señor apellidado Miller, y hay ahí una flauta de cristal. En Europa, en el Museo de París y en el Museo de Madrid y Holanda. Por eso queda muy claro que era un instrumento que en la realeza de Bonaparte se fue pasando de mano en mano entre la aristocracia y prevaleció entre gente más bien de la realeza, sobre todo bonapartista, y no tanto entre músicos.

Digamos entonces, esperó todos esos años para ser escuchada ¿y por qué fue buen momento?

La especialización en instrumentos históricos en la actualidad ha sido mucho mayor que digamos hace 10 o 20 años, 30 años. No había tal búsqueda. Ya ves que va cambiando también la historia de la interpretación musical, entonces en la actualidad el redescubrimiento del barroco es un movimiento europeo que ahora ya lo hemos adoptado en América y en México con la música colonial y novohispana. Entonces ellos también trabajaron con constructores de instrumentos para precisamente revivir los sonidos del barroco en su sonido más real. Así que tratamos de nunca transcribir una obra de clavecín al piano por ejemplo, o una obra de órgano; tratamos de no transcribirlas sino de revivirlas, de reinterpretarlas en sus sonoridades reales. Y ocurre lo mismo con flautas. Aquí en Guanajuato tenemos órganos barrocos, tenemos cinco órganos fantásticos, nos hemos dedicado al mantenimiento y preservación de los órganos históricos en las iglesias de Guanajuato que son fantásticos, hace 20 años restaurados, más o menos, y se tocan poco. Aunque tenemos un festival de órgano barroco, no se tocan lo suficiente ni se mantienen lo suficiente como se debería.

¿En qué condiciones está la flauta de cristal?

La flauta de cristal es un instrumento histórico, artístico-histórico. Y si está diseñado para ser un instrumento musical, se preserva tocándolo y cuidándolo en buenas manos. La flauta está en unas condiciones increíbles; es como si la hubieran hecho hace dos meses. Lo único que encontré un poquito difícil eran los muelles, las llaves estaban un poco duras, evidentemente, por tanto tiempo sin uso. Hubo que trabajarlas, hacer un trabajo fuerte de tendones, pero ya están más suaves, ya se puede tocar, ya está el instrumento fluyendo poco a poco. Ha sido un proceso. Y también he aprendido mucho del instrumento, porque mis flautas de madera, que son muy buenas reproducciones, aunque no son originales, son mucho más fáciles de tocar. Entonces, si es un instrumento histórico es más difícil de tocar, más delicado, requiere más cuidado etc.

¿Qué representa para ti interpretar con la flauta de cristal?

Es un placer inmenso; ante todo, es una realización tremenda, es un honor. Además, me ha permitido ser amigo, colega y amigo de Martín Clavé, quien se ha convertido en un cómplice. Más allá de ser el dueño de la flauta, y de que se ha dedicado a restaurarla, porque es diseñador industrial y sabe de joyería y es doctor en historia del arte. Esto es fantástico, y además es una convergencia entre las artes. Converge la pintura, por Pelegrín Clavé; mi padre también fue pintor, y fue director de la Academia de San Carlos. Así que homenajear a Pelegrín Clavé es homenajear también a mi padre.