La flauta de cristal y plata en su itinerario por la familia de Pelegrín Clavé. Entrevista con Martín Clavé

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Carlos Olvera / Jorge Olmos Fuentes

03 de diciembre de 2011

Martín Clavé es diseñador industrial, joyero, esmaltista, maestro en historia y especialista en historia del arte. Pero antes de todo es descendiente de Pelegrín Clavé y Roque, el artista catalán del retrato que llegó a la ciudad de México en enero de 1846, a la edad de 35 años, y quien murió en España en 1880. Según el propio Martín Clavé, el emperador Maximiliano, durante su estancia en México, encargó su retrato y el de su esposa al pintor Santiago Rebull, a quien contrató por su talento y también porque era mexicano, en cuyo caso (esta es la hipótesis), para no ofender al director de pintura de la Academia (que era Pelegrín Clavé) encargándole su retrato a uno de sus discípulos, Maximiliano le obsequió una flauta trasversa de cristal y plata, fabricada en 1835 por el relojero Claude Laurent de París. La flauta realizó desde entonces un trayecto a través de los descendientes del artista, hasta que en 2010 fue recuperada para la música. La flauta, entre unas setenta que hay en el mundo, estuvo muchos años guardada entre los objetos familiares y ahora que retoma su rol instrumental ratifica el decir de su actual propietario en el sentido de que no será resguardada por un museo. .

Martín Clavé, historiador, descendiente de Pelegrín Clavé y actual propietario de la flauta de cristal

¿Entre la flauta mágica y la flauta de cristal hay algún tipo de relación?

No. Es chistoso, porque esta flauta la gente la ha denominado “flauta mágica” pero no hay nada. Pero hay una cosas chistosa en la historia de la música. Vivaldi, y creo que también Mozart, siempre estuvieron muy compenetrados con el sonido especialmente de los pájaros. Lo sé por un amigo que es compositor, Samuel Máynez, quien me contaba que siempre estuvieron muy interesados en los sonidos de los cantos de las aves y siempre estaban tratando de buscar esos sonidos. Así que con estos sonidos, digamos de pájaros, entonces pues entre la flauta mágica de Mozart y esta flauta de alguna manera hay esta búsqueda de sonido cristalino, un poco parecido en imitación a los cantos de los pájaros.

¿En el país es la única flauta de este tipo?

Hasta donde sabemos sí. Y llegó justamente por Maximiliano. Realmente mi abuelo que también era pintor, él se regresó a España pues era catalán. Él tuvo dos hijos que eran mexicanos, porque aquí nacieron casi todos, y de alguna manera todos se fueron de regreso. Eran niños. Pero como mi bisabuelo tenía propiedades aquí, pues iban y venían.

¿Y cuál es la historia de la flauta?

La historia es difícil de saber. He tratado de averiguar con un especialista cómo Maximiliano se hizo de esa flauta. Me imagino que se la regaló Napoleón III. Ellos firmaron los Tratados de Miramar, a través de los cuales Napoleón III ofrece el apoyo político e inclusive bélico, porque aquí vinieron los invasores a mantener a Maximiliano. Y cuando Napoleón III se dio cuenta que era inútil mantener a estas personas y costaba demasiado la guerra, entonces abandonaron a Maximiliano a su suerte. Por eso creo que como están muy asociados con los Bonaparte, creo que esa flauta se la debió haber regalado Napoleón III a Maximiliano. Y el emperador, que no estaba particularmente muy interesado en la música, pero la mujer sí, Carlota tenía mejor preparación musical que él, creo que cuando tuvo que hacer un regalo a Clavé, porque quería que éste pintara unos retratos, me imagino que le pidió a alguien averiguar qué le gustaba. Así ha de haber sabido que le gustaba la música y pues dijo: “le regalamos la flauta”. Pero todas son conjeturas no tenemos asegurado nada.

¿Qué patrimonio de Pelegrín Clavé conserva la familia?

La verdad no mucho. En los museos hay cuadros de Pelegrín Clave. Yo siempre me interesé por todos los documentos, árboles genealógicos, todo lo de la familia, y conservo algunas cosas: dos diplomas que le dieron haciéndolo Socio Honorario de la Academia de San Fernando en Madrid y de la Academia de Brenna en Italia. Tengo algunos de sus lápices, un retrato de su mamá; cosas personales, su testamento, muchos documentos.

¿Cuál es la genealogía desde Pelegrín Clavé hasta usted?

Pelegrín Clavé tuvo seis hijos, pero no se casan. Se quedan todos solteros, solamente el mayor tiene una hija. Y como una semana antes de morir se dice: “Más vale que me casé, porque si no esta hija no va a tener nombre”. Así que se casa mediante lo que se llama in articulo mortis, pero era una mujer. El otro que se casa es mi bisabuelo. Se llama Manuel, como yo. Se casa, tiene varios hijos, y entre ellos el que más destaca dentro de los hermanos es mi abuelo, que se llama José María. Él trabajaba en la embajada de México en Madrid al momento de estallar la Guerra Civil. Entonces ellos vienen a México en 1937 y por eso él se queda con la flauta. Es el único que venía aquí, y un hermano que se llamaba Mariano, quien murió aquí también. Son los únicos que quedaron, pues otro hermano se fue a Argentina. Mi abuelo nada más tuvo dos hijos: uno que era sacerdote jesuita y mi papá. Y mi papá, quien siempre se dedicó a hacer cine comercial, publicidad de cine comercial, tuvo 10 hijos. Y esa flauta estuvo siempre en la casa de mi abuelo. Entonces cuando murió mi abuelo, pasó a las manos de mi papá, y después de mi papá pues a mí me tocó la flauta, yo soy el que la custodia desde hace cerca de diez años.

"La demencia de Isabel de Portugal", obra de Pelegrín Clavé (Foto: Especial)

Su primera carrera es diseño industrial. La segunda es la historia. ¿Cómo mira usted este tránsito con relación a obras patrimoniales?

Lo que pasa es que a mí me interesa mucho todo lo que son los objetos de tres dimensiones, a diferencia de mi abuelo a quien le interesaban dos. La pintura requiere dos dimensiones que aparentan una tercera, pero siguen siendo dos, una cosa plana. Entonces la tercera dimensión siempre me llamó la atención y por eso siempre me he dedicado, me atraen los objetos, en este caso flautas. También soy joyero, esmaltista y cosas así, siempre en tercera dimensión. Y llego a la historia por el interés de la genealogía, de saber quién era el abuelo, cómo llegaron las cosas a su casa. Todas estas cosas más ligadas a los objetos que me llevan también a la historia.

A este respecto, como historiador y con la experiencia de un patrimonio heredado, ¿tendría usted ahora una especie de sugerencia relativa a cómo hacemos ahora con respecto a lo que tenemos de patrimonio?

Tengo solo dos hijas y creo en ese sentido en predicar con el ejemplo. Creo que uno, y es el caso de la flauta de cristal, cuando uno hereda un objeto, ya sea un cuadro, cualquier cosa, uno tiene la obligación de mantenerlo, de mejorarlo si es posible, y después transmitírselo a los hijos, que tienen una responsabilidad. Lo más fácil es decir “vendan eso” y se olvida. Es lo que ha pasado con todas las flautas. En este caso, la flauta de cristal, por ejemplo, cuando un hermano la quiso utilizar, yo con un amigo que es joyero entre los dos hicimos toda la limpieza, la metimos en cianuros para limpiar todas las impurezas, desarmamos cada una de las piezas etc., pues para que funcionara como está funcionando hoy nunca se había tocado. Todos los cueritos que tiene, que cierran las llaves, son los originales. Entonces mi creencia es que uno, si hereda un patrimonio, cualquiera, aunque sea un papel, hay que conservarlo en algún lugar para que no se eche a perder y entregarlo a los que siguen, porque así llegó a mí. Si mis abuelos hubieran sido mercantilistas, mi bisabuelo, el hijo de Clavé, para decir “Ah, pues vendan esa cosa y nos haremos un capital”, eso creo que no es el espíritu.

Ahora, hay un dicho que dice “Los bienes son para remediar los males”. Si uno de repente tuviera una enfermedad terminal, entonces pues sí habría que venderla. Entonces, mientras yo tenga trabajo y salud, pues todo lo que tengo, que no son muchas cosas, y ya las heredarán mis sobrinos o mis sobrinas, al que vea que se interesa pues ese le tocará la flauta de cristal o lo que le tenga que tocar.

¿Cuántos años buscaron quién pudiera tocar la flauta de cristal?

No hace mucho, nosotros tratamos de buscar músicos a ver si alguien sabía tocarla. En casa a todos siempre nos interesó. Sobre todo a tres hermanos que estudiamos en la misma escuela, y en esa escuela siempre se estudiaba flauta, no flauta transversa. Y siempre nos interesó ver si alguno de los compañeros podría tocarla. Uno de ellos es muy famoso en el mundo, se llama Víctor Rasgado, y con ellos intentamos varias veces, algún sonido le sacaron, pero como no está en el sistema moderno pues ninguno fue capaz. Algunos hicieron pruebas, pero como ya cambió el sistema, ninguno pudo. Nunca se tocó porque es una flauta antigua y el sistema es de antes de que Theobald Boehm implantara el sistema vigente. Entonces muy poca gente sabe tocar con ésta porque ya cambiaron la posición de las manos, las llaves. Normalmente una persona que toca con instrumentos antiguos puede tocarla, como Cuauhtémoc Trejo, que es especialista en esas flautas antiguas.