Con ser de arquitectura tan bella, Guanajuato tiende a ser visto con normalidad. Camina uno sus callejones mirando otros asuntos, pasea uno por las plazas y disfruta su peculiaridad, llega uno incluso a sentir que así ha de ser el mundo entero. En ese caso, a veces hace falta que alguien vuelva a descubrirnos la novedad de lo que es cotidiano, un ángulo vuelto insistencia para que la mirada atienda lo original. Eso precisamente ocurre con las fotografías de Paul Morin, quien nos muestra algunas conocidas novedades con sus fotografías, que ahora amplifican nuestra percepción,claro bajo la luz especial del verano.
