La pintura vive por sí sola

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Guanajuato, Gto. 17 de noviembre de 2013.- Al artista Santiago Carbonell le da la impresión de que pintura ha quedado fuera de moda, pues hay pocos jóvenes a los que atrae el arte, pero asegura que siempre habrá alguien a quien le apasione dibujar.

El pintor estuvo en el arranque del circuito Positos, organizado por el IEC (Fotos: Carlos Olvera)

Luego de inaugurar la exposición Arqueología de la Mirada, que se presenta en el marco del circuito del arte en el Museo Diego Rivera, de la capital, el autor señala que le da “un  poco de pena por los que construyen su vida a partir del Photoshop e internet, pero cada quien agarra su mundo y su patín como quiera”, añade.

Juguetón e hiperactivo, el artista que ha realizado retratos de los ex presidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón  y tiene el mural Caminos de palabras y silencios, de hombres y mujeres, de recuerdos y de olvidos, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dijo  acerca de esta muestra que él tiene la maleta hecha y seguirá su periplo una vez que concluya su exhibición en enero.

Lo más importante ahora  es que la pintura está viva y existe “a pesar de que hay enterradores por doquier que dicen que todo es sentido  (visual), que no importa la factura, yo digo que  sí importa y si al menos es lo que sabes hacer, lo más sensato que te puede pasar es que lo hagas y yo lo hago”, apunta.

“Ahí camino por mi espacio seguro y mi espacio es divertido; para mí la pintura  tiene una tradición desde Altamira  y es donde me siento bien”,  dice.

Más allá de los personajes de Carbonell en sus cuadros, la exposición muestra el viaje del pincel y la plástica del autor, porque hay cuadros que tienen unos 25 años y hay otros que aun están frescos; son 12 piezas  que componen la    Arqueología de la Mirada y  no solo de la mirada que tiene el pintor sobre la historia del arte, sino la arqueología propia,  la que muestra la evolución,  cómo fue cambiando a lo largo de su trayectoria.

“Soy de esos pintores que tienen la esperanza de que algún día cuando estos cuadros sean viejos y alguien los rescate de la arena y el polvo descubra un poco lo que es el siglo XX, donde era un mundo de información de la imagen, pero también existió y existe en la pintura”, describe.

“Quiero reivindicar un poco la pintura y la arqueología, buscar a través del pincel lo que somos, si es que somos algo”, reflexiona.

A través del tiempo la temática ha ido cambiando, uno de los aspectos es la mística a pesar de que el propio Carbonell  se cataloga como un total antimístico, el erotismo y la contemporaneidad  las cosas de la calle y ha ido dando saltos,  de un asunto a otro y así ha ido en la pintura.

De origen catalán, pero radicado en Querétaro desde hace 27 años, Carbonell  asegura que “la verdad, es que soy un pintor que se tarda tanto en cada cuadro que a veces me pierdo y cuando vuelvo 10 años después, se me vuelve más moderno que lo de hoy y a veces regreso a mis raíces”.