Guanajuato, Gto. 19 de diciembre de 2013.- Este año llega a su 31 edición el Festival de Huapango y de la Cultura de la Sierra Gorda, el cual tendrá como eje temático la defensa de la tierra y el territorio. Esto frente a los embates recientes de mineras nacionales y extranjeras que pretenden instalarse en esas montañas ancestrales.
Desde el día 29 de diciembre por la noche y hasta el amanecer del 1 de enero, el ska, reggae, el son huasteco, la danza y mojigangas, la memoria histórica, la reflexión, el diálogo y el huapango arribeño se entrelazarán para que vuelva a suceder la magia, y para decir al estado y al país:
Los poetas y trovadores campesinos de la Sierra Gorda son un brazo particularmente complejo de toda una vasta tradición de poesía oral y canto improvisado extendida en todo el mundo de habla hispana y portuguesa. En esta región del centro de México, hacia finales del siglo XIX definió sus formas esenciales lo que actualmente se conoce como “Huapango Arribeño”, uno de los géneros del son mexicano que resguarda con particular vigor las ancestrales virtudes, y la destreza, de los juglares y de los poetas comunicantes. La expresión máxima de esta tradición es lo que se conoce como la “topada”.
Actualmente uno de los momentos del año donde se expresa con mayor majestuosidad esta tradición es en la cabecera municipal de Xichú, en el “Festival del Huapango Arribeño y de la Cultura de la Sierra Gorda”, espacio cultural independiente que tiene como su centro la topada de poetas, aunque también se ha vuelto un lugar para múltiples expresiones de la cultura serrana y contemporánea, para las variadas formas de la música tradicional del país y de géneros afines que en el mundo de habla hispana cultivan la décima y la improvisación.
Una característica notable de esta festividad es que se realiza de modo independiente. Desde hace 31 años un comité comunitario integrado por músicos, campesinos, jóvenes, amas de casa, migrantes y los Leones de la Sierra, trabajan para la preservación de este espacio cultural con la convicción de velar por su autonomía y para que la fiesta siga siendo una celebración de la poesía pública, de la palabra antigua, de la memoria, de la identidad sustentada en la diversidad.