Literaria

La particular sintaxis del lenguaje visual

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(Foto: Especial)

El hablar de una sintaxis de la imagen es abordar bastante de cerca estudios concernientes a la semiótica, puesto que toda imagen es signo de “otra cosa”, es decir de un concepto mental que se genera de forma automática en quien la ve. Según el lingüista danés Ferdinand de Saussure, también existirían imágenes acústicas, que se refieren a aquellas imágenes mentales que se forman en nuestro cerebro al escuchar la emisión de sonidos que componen una palabra, sin embargo ese es un tema extenso que no nos atañe por ahora, pues nos concentraremos en las imágenes visuales, su composición y su proceso de generación de significados inclinándonos hacia el ámbito educativo.

Basados en un paralelismo referente al lenguaje visual y verbal, es decir que no son equivalentes ni yuxtapuestos sino que ejercen funciones similares de manera simultánea, la sintaxis de la imagen puede definirse como los parámetros generales que los creativos de la imagen disponen para llevar a cabo una estructuración de elementos básicos que formen una composición visual capaz de transmitir un mensaje en concreto y con determinada intención.

En la actualidad, teóricos afirman la evolución del homo sapiens al homo videns, cuya característica principal es que se ha formado en la cultura de la imagen; en este punto cabe resaltar que la imagen es capaz de emitir una gran cantidad de mensajes simultáneos, pues a diferencia del lenguaje verbal, su sintaxis no es de carácter lineal; esto posibilita la yuxtaposición de elementos diversos en un mismo plano del mensaje que se quiere transmitir, sin embargo el riesgo que existe dentro del lenguaje visual es que “el mensaje es emitido por el creador y modificado por el observador”(Dondis, 2011).

Lo anterior no quiere decir que este riesgo no lo padezca también el lenguaje verbal, sin embargo la literalidad con la que cuenta la sintaxis de carácter lineal que lo domina limita un poco más las posibles reinterpretaciones en relación a un mensaje visual cuya cantidad de evocaciones relativas a la realidad son múltiples.

Es por eso que la importancia de la sintaxis sobre una creación en imagen es indispensable, pues dependerá de la estructura que el creador le disponga, el limitar los significados posibles.

El plano de la expresión se refiere según la teoría de Louis Hjemslev a una secuencia de segmentos, mientras que el plano del contenido implica una combinación de unidades componenciales más pequeñas, esto es que el plano del contenido equivale al significado; por lo tanto en el plano de la expresión el creador de la composición visual puede constituirla de elementos diversos y posteriormente el observador del mensaje puede fragmentar un significado completo en diversas unidades que le evoque cada componente del mensaje; esto no altera la sintaxis intrínseca a la composición, sin embargo el observador es susceptible a generar un significado distinto del conjunto o de cada elemento de la composición.

Sin embargo existe algo llamado alfabetidad visual, que implica en el sentido más literal de la expresión el saber leer imágenes y comunicarnos a través de ellas, igual que la alfabetidad verbal implica saber leer y escribir, solo que en imágenes, sin embargo ¿qué hacer cuando no se cuenta con esta especie de instinto creativo? No debe pensarse en la capacidad de creación artística cuando se habla de imágenes, sino de la capacidad de expresar algo mediante elementos ya existentes, podemos pensar por ejemplo en los íconos o símbolos, que constituyen un lenguaje visual ya existente y capaz de ser entendido y reproducido por la mayoría de las personas de todo el mundo, pues constituyen un lenguaje con cierta universalidad debido a la sencillez de su composición y facilidad de reproducción.

Ante esto podemos apelar a la inteligencia visual, misma que consta de la “capacidad de manejar elementos visuales para la creación de un mensaje visual” (Dondis 2011), en lo que refiere al plano del creador del mensaje y en lo concerniente al observador: “La inteligencia visual capta a la velocidad de la luz, numerosas unidades básicas de información o bits sirviendo simultáneamente de dinámico canal a la comunicación y de ayuda a la educación” (ídem.).

Si tomamos en cuenta que el pensamiento en imágenes domina las manifestaciones del inconsciente como el sueño o la imaginación, entonces podemos concederle al aprendizaje mediante imágenes, una importancia suficiente para pensar que tendrá un gran impacto como apoyo a la educación a distancia, pues reforzará con apelaciones a la realidad un discurso que debe estar encaminado hoy en día hacia la formación por competencias; si hacemos el uso apropiado y correcto de la imagen en relación a un contexto tangible y específico para el estudiante, este tendrá más posibilidades de relacionar la teoría que lee con el contexto visual que la rodea de este modo podrá hacerse una idea concreta de cómo, dónde y por qué puede aplicar esa teoría.

Ahora bien, cuando hablamos de sintaxis de la imagen, no sólo se trata de llenar los blancos que existen en la estructura de la composición visual, sino de utilizar los mejores ejemplares que representen y funcionen en relación al tema presentado con la finalidad de transmitir un mensaje óptimo.