Guanajuato, Gto. 09 de junio de 2014.- En lo que va del año se han presentado alrededor de dos mil quejas en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), principalmente en contra de empresas de telecomunicaciones, talleres mecánicos e inmobiliarias, detalló el delegado de la dependencia, José Huerta Arredondo.
El funcionario federal recordó que el ámbito de las atribuciones de la dependencia dentro de los procedimientos administrativos, es de conciliar los conflictos entre un proveedor y un consumidor.
En este sentido, dijo que del siete de enero a la fecha se han radicado entre mil 800 y dos mil quejas ante la procuraduría y principalmente han sido en contra de empresas que ofrecen servicios de telecomunicaciones.
“Llámese teléfonos, celulares, compañías que ofrecen servicios de radiocomunicación, señal por cable, son las que tienen un mayor número de demandas”, recalcó.
“En segundo lugar de quejas le siguen los talleres mecánicos y algunos prestadores de servicios como son las empresas inmobiliarias que también han nutrido el buró comercial”, añadió.
Sin embargo, aseguró que alrededor del 90-92 por ciento de las mismas se están conciliando satisfactoriamente.
“Institución cumple con su objetivo y en el caso de aquéllas que no se logran conciliar se dejan a salvo los derechos del consumidor y se emite un dictamen en el que se sanciona al proveedor cuando se acreditan las infracciones a la Ley Federal del Consumidor”, enfatizó.
Huerta Arredondo aclaró que la Profeco no es una entidad recaudadora y la propia ley establece los montos de la sanción en contra de los proveedores que le incumplen al consumidor.
De hecho mencionó que la dependencia no cobra la sanciones impuestas a las empresas o prestadores de servicios que cometen abusos en contra de sus clientes.
Finalmente, señaló que el Departamento Jurídico de la Profeco tiene la instrucción precisa de valorar la intencionalidad de la falta y la gravedad, cometida en contra de un consumidor, pero sobre todo verificar y acreditar la condición económica del infractor, porque sería injusto tasar con la misma medida a los pequeños, medianos o altos infractores.
