Armadillo Gráfico

¿Creativo yo?

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Sólo la persona dotada de una

creatividad flexible puede realmente dirigir

el futuro, sólo aquella que pueda enfrentarse a la

novedad confiadamente y sin temor.

Abraham Maslow,1987

Girl¿Alguna vez te has preguntado si eres creativo o, bien, de qué manera has propiciado el ser creativo? En un artículo anterior te invité a buscar nuevas experiencias, ya que de esta manera tendrás elementos con los cuáles trabajar en pro de tu creatividad. No se puede avanzar en algo si al menos no se tiene la intención. Una vez que se tiene el propósito, hay que reunir el material con que se trabajará y echar a andar la maquinaria.

El darse la oportunidad de poner en práctica nuestra creatividad obedece a poder satisfacer alguna necesidad. Abraham Maslow, psicólogo estadounidense, en sus estudios del comportamiento humano, afirma que la creatividad es una necesidad de autorrealización, basando su teoría humanística en que el ser humano debe ir satisfaciendo diversas necesidades las que van surgiendo conforme se van cubriendo. Maslow inicia su concepto desde las necesidades fisiológicas, seguridad, aceptación social, autoestima y finalmente, de autorrealización.

Es así como la civilización humana ha manifestado su creatividad adaptando formas sociales y transformando su medio ambiente; una vez cubiertas sus necesidades básicas de sobrevivencia quedan por abordarse las necesidades de desarrollo personal y trascendencia.

Debemos considerar que cada persona tiene sus propias necesidades de autoestima y autorrealización, y cada quien buscará los caminos más acordes a sí mismo para satisfacerlas.

Sin embargo, la creatividad es una actividad que no muchos desarrollan, aunque es parte de la naturaleza humana, conforme se va creciendo y si no se ha contado con un ambiente propicio ésta disminuye. Los tipos de bloqueos pueden ser cognitivos, perceptivos, emocionales o culturales, son consecuencia de la influencia cultural, familiar o educativa. Estos bloqueos se manifiestan en actitudes, pensamientos, situaciones e incluso omisiones intencionales.

Inseguridad, temor al fracaso, a equivocarse y a hacer el ridículo, la rutina, miedo a probar algo distinto, intolerancia a la diferencia, personalidad rígida, ser soberbio, falta de autoconocimiento, falta de experiencia perceptivas, autoexigencia y exigencia a otros, desconfianza de los otros e incapacidad de trabajar en equipo, apegarse a la lógica, ser perfeccionista, conformismo, falta de sentido crítico, falta de motivación y la pereza mental son algunos bloqueadores.

¿Quieres iniciar la reconquista de tu creatividad? Tómate un tiempo y ubica cuáles son los ladrillos que conforman ese muro que te impulsa a exclamar con incredulidad: “¿Creativo yo?”.