Histomagia

Descarnados en casa

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El Campanero de noche (Foto de Paul Morin)
El Campanero de noche (Foto de Paul Morin)

Soñar cuando estamos dormidos en realidad es una de las maneras que tiene el cuerpo de desfogar tensiones acumuladas durante el día, a veces nuestros sueños son tan vívidos que incluso se hacen movimientos con las manos como si se estuviera realizando la acción soñada (literal): hacer un chocomilk, barrer, escribir en computadora, etc. El asunto cambia de tono cuando te despiertas y tienes malestares tales como dolor de cabeza o en todo el cuerpo, a veces aparecen moretones, arañazos, o diversos tipos de lesiones inexplicables…

Guanajuato es una ciudad en la que se vive y convive con los muertos dejados y honrados bajo nuestros pies, en otra ciudad que se aterró por las diversas inundaciones que se han sucedido en el devenir de los tiempos, por ello no es difícil imaginar el mosaico vertiginoso tanto de espíritus que hacen el bien y ayudan a los vivos, como de seres descarnados que habitan en ese subsuelo, en ese submundo atormentado que se conecta con el nuestro por medio de los túneles o de las viejas construcciones existentes. Relatos van y relatos vienen, y aunque algunos caen en la típica subida del muerto, no dejan de causar cierto escozor en cuanto los escuchas; pero hay otros que realmente te producen escalofríos y miedo, tanto que, de sólo pensar que cuando pases por las calles de Guanajuato salgan de las paredes o del suelo, espectros o demonios que quieran tomar tu alma, es realmente una tortura.

El relato que más me ha impactado es sin duda el que me narró uno de mis amigos más cercanos que vive en una casona del centro de la ciudad. Lo curioso es que, conforme lo iba narrando, no sé si quería dejar escapar un grito o de plano callar y no contarlo nunca jamás. El caso es que me cuenta que una mañana él se despertó con múltiples dolores en su cuerpo, sobre todo en su cabeza y rostro; extrañado revisa su cama hechiza en el suelo (dormía ahí dada una lesión que tenía en la espalda), su buró, sábanas, etc. e incluso realiza una reconstrucción de hechos tratando de encontrar respuesta lógica a lo que le acontecía. Al no encontrar una respuesta satisfactoria decide colocar su celular amarrado con cinta en su lámpara con el fin de grabar lo que le venía pasando cada noche desde hace días. No sé, igual y encontraba que, durmiendo, él se hacía esos moretones en un intento de ser el próximo boxeador en este país.

A la mañana siguiente, todo igual a excepción de una nueva herida en su frente que aún sangraba. Desesperado ya por saber qué era esto que le causaba miedo y tanto dolor a la vez, se dispuso a ver el video grabado durante esa noche. El horror de lo que se grabó lo dejó perturbado, con la mirada atónita ante lo que veía. El video mostraba cómo un ser descarnado salía de una esquina de su habitación, cerca de su televisor, y sigilosamente se acercaba a él…inesperadamente este ser lo toma de la cabeza y sin piedad lo azota contra el suelo, le amasa el rostro con sus demoniacas garras emitiendo un chillido de triunfo que brota con sangre de su fétido hocico. Extrañamente, pese a estos ataques, mi amigo no despierta en ningún momento, solo recibe esa agresión sin ningún sentido, acaso sólo el vivir sobre esa ciudad sombría.

Mi amigo por fin encontró la respuesta a sus dolencias, pero sin duda es una respuesta atroz que le deja inquieto al saber que no está solo en esa casona. ¿Quieres visitarlo? Ven, lee y anda Guanajuato.