El Laberinto

Perfumes y aromas.

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Veo a un hombre mayor recién bañado, peinado, con los botines bien boleados y con ropa planchada, girando una anticuada y pequeña llave en la chapa de un ropero para abrir la puertecita que protegía sus preciadas lociones, eligiendo de entre muchos frascos y cajas coloridas (algunas todavía envueltas en papel de regalo) una fragancia para vaciarla generosamente en sus enormes manos y posteriormente palmearse la cara y el pecho de la camisa. Ese hombre era mi abuelo Felipe y la razón por la que su ritual aparece con tanto detalle y frecuencia en mi imaginación, es porque todos los perfumes me recuerdan a él.

chamanEl término perfume significa «a través del humo» por que las primeras fragancias diferentes a las presentes naturalmente en todo lo que nos rodea, las encontraron nuestros cavernarios ancestros al arrojar en sus hogueras resinas y plantas que al arder desprendían olores estimulantes. El humo sube directamente al cielo y es por eso que es un medio de comunicación con la divinidad, que hasta la actualidad sigue siendo utilizado, pero también sube directamente a nuestras cabezas sin necesidad de códigos ni de interpretaciones, considero que los aromas son un mensaje mudo e invisible, pero ciertamente inolvidable.

Los aromas anuncian las estaciones del año por la madurez de los frutos, la temperatura del aire y las actividades propias de cada temporada; también abren el apetito al anticiparnos el sabor y el punto de cocción en la que se encuentran los alimentos. Son la señal de algo que sucedió o que esta por suceder y anuncian, mucho antes que la vista, proximidades alegres o peligrosas. Tal vez por eso es que cuando se habla de un cierto tipo de clarividencia para los negocios, o las noticias o los sucesos se dice que alguien posee un buen olfato.

Un mal aroma representa podredumbre, corrupción, mezcolanza desatinada o suciedad en pocas palabras muerte o enfermedad, mal huele la basura, las cloacas, la infección y los desechos, no es casual que se hicieran expediciones tan peligrosas y costosas para conseguir especias, si estas servían para ocultar y mitigar los efectos del tiempo sobre los alimentos; que las momias dentro de su proceso de inmortalización fuesen intensamente perfumadas o que los hombres desde tiempos inmemorables buscaran la forma de modificar su aroma para los demás.

El perfume es resultado y causante de apropiación, mezcla y preservación: roba las mejores fragancias de la naturaleza, las mezcla a su antojo y las preserva, por el mismo proceso pasan quienes lo utilizan, se adueñan del aroma, no sólo teniendo el producto que lo perfuma sino portándolo en la piel, se mezcla con su propio olor creando una combinación única y este aroma nos vuelve inolvidables, como a  mi abuelo que aún se encuentra a una rociada de distancia.