La Sedosa seductora del lado nocturno de la tierra

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Primera Parte

Asociación de la Araña con oscuridad y muerte en la cultura mexicana

A diferencia de mis artículos anteriores, este irá en dos entregas ya que me referiré a un complejo tema que es el de la asociación que existe en la cultura popular mexicana contemporánea entre las arañas y las celebraciones de Día de Muertos y Halloween. Una rama de la Aracnología que siempre me ha apasionado es la llamada Etno-aracnología,  en donde se fusionan mis intereses relacionados con zoología, mitología y folklor, así que será la perspectiva de estos dos artículos. Comencemos con el primero de ellos.

La araña se ha asociado, entre muchas otras cosas, con fuerzas de la oscuridad y con la muerte. No es de extrañarse entonces que la imagen de la araña se utilice tanto en la iconografía del Halloween (celebración importada de Europa y Estados Unidos) como de Día de los Muertos en el México contemporáneo. Aunque con distinto origen, ambas celebraciones se fusionan y esto se refleja fuertemente en la forma en que se han comercializado.  Halloween tiene su origen en un festival de nombre “All Hallows Eve”, de origen celta, también llamado Samhain, celebrado en las Islas Británicas y en Europa para marcar el momento en que se abre un portal para lo visible y lo invisible, en donde presente, pasado y futuro chocan, conviven, se fusionan y transitan. Siguiendo esa perspectiva, sería el momento en que los muertos, brujas, hadas, demonios  otros seres sobrenaturales traspasan umbrales y pueden visitar a los mortales, haciéndoles sentir su presencia, sobre todo en la noche. Es aquí donde tienen gran acto de presencia las arañas ya que la barrera o velo entre los mundos, se representa a menudo por una transparente y sedosa telaraña, debido a su apariencia frágil y delicada, aludiendo a su naturaleza efímera, junto con atributos mágicos, misteriosos y de otros universos. En varias culturas en el mundo, el hilo de la telaraña, en forma de cuerda o escalinata, se considera como puente entre Cielo y Tierra. En algunas culturas representa una especie de cordón umbilical no sólo entre cielo y tierra, sino como parte del momento de la creación (un fascinante tema que por su dimensión no podemos abarcar en este artículo). Un ejemplo son las creencias que prevalecen en la Sierra Popoluca en Veracruz, en donde se considera que la Araña del Este, es la asistente de la Abuela Natsi Itni (Vieja Diosa Creadora) durante la creación del feto, y es quien teje el ombligo del bebé.

Pero regresando a nuestro tema, es interesante observar cómo en este momento tanto en centros comerciales, mercados e internet, se vende mercancía que confunde símbolos de ambas celebraciones, encontrando todo tipo de arañas de juguete de diferentes tipos y tamaños, con o sin telaraña así como tarjetas, regalos, decoración, joyería, corsetería, ropa y disfraces, en muchos casos todo producido en China, pero integrando a la araña en su decoración. Sin embargo hay un error en muchas de estos adornos, ya que colocan viudas negras (Latrodectus sp.) Familia Theridiidae, tarántulas familia Theraphosidae o la arañas lobo  Familia Lycosidae o algún tipo de araña cazadora siendo que ¡ninguna de ellas construye telarañas circulares! Sin embargo en ocasiones se utiliza la araña correcta, por decirlo así, como sería el caso de la argiope bandeada (Argiope trifasciata), la araña avispa euroasiática (A. bruennichi) Familia Araneidae o algún tipo de araña de seda dorada (Nephila sp.) Familia Nephilidae, entre otras.  Además de las arañas y telarañas artificiales, los diseños de arañas y telarañas en ropa, sobre todo camisetas, incluyen arañas míticas, sobrenaturales o monstruosas, como sería el caso de Shelob, personaje de la trilogía de El Señor de los Anillos, o personajes vampirescos, demoníacos o relacionados con las hadas y en muchos casos decorados con una forma u otra de la Araña como deidad. En muchos casos tenemos a una entidad femenina, sexy y seductora, al mismo tiempo peligrosa, con el cuerpo tatuado con telarañas, arañas o combinaciones de ambos elementos. Los diseños pueden ser hermosos y en algunos casos maravillosamente macabros, trabajos de arte contemporáneo en sí: figuras femeninas con más de dos pares de brazos, en ocasiones tejiendo o hilando o sosteniendo restos óseos, calaveras, armas u otros objetos, sentadas o sobre el cuerpo de las víctimas. También en los disfraces que se utilizan en el ritual de “trick or treat” (truco o trato), una americanización derivada de ancestrales creencias y prácticas europeas, también convergen estos elementos. Pero regresando a México, algunas de las máscaras de la temporada, sobre todo las que representan demonios, están decoradas con escorpiones, serpientes y otras criaturas, como podemos ver en ejemplares de Máscaras de Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Oaxaca que se utilizan en fiestas locales. Antes de que entrara de lleno la celebración de Halloween, la gente en México solamente colocaba sus altares y compraba calaveras de azúcar (o de chocolate para quienes podían pagarlas) decoradas con azúcar de colores y un trozo de papel de estaño en la frente donde se escribía con azúcar el nombre de la persona a quien se regalaría la calaverita, entre otros rituales. Esta costumbre todavía sobrevive, y es una de las formas en que los mexicanos ingieren su propia muerte. Sin embargo esta costumbre no ha escapado a la globalización y en las celebraciones de Día de Muertos y Halloween vemos la influencia de películas, televisión y medios digitales.

Pero de entre todos los símbolos, destaca la Catrina, originalmente creada como caricatura política por José Guadalupe Posada, pero hoy día un ícono mexicano asociado con el Día de Muertos y también Halloween con un significado muy alejado al de su origen. Así encontramos a La Catrina en tiendas, mercados, tiendas de dulces, galerías de arte y en internet como una imagen llena de sensualidad, maquillada con elaboradas espirales y diseños que reflejan el sincretismo de diversas culturas populares. También hay desfiles y concursos, como vemos hoy día en Guanajuato, en donde el tema es La Catrina en donde los y las participantes hacen su mejor esfuerzo para que su disfraz sea el que más llame la atención. La Catrina contemporánea (así como otras imágenes populares en esta temporada) integra en su decoración tanto telarañas como también ancestrales símbolos de otras mitologías, como serpientes en pelo, a manera de las Gorgonas y las Erínias (o Furias) de la Grecia Antigua y Persipnei (Phersipnai/Ferspnai) diosa de los Etruscos y reina del inframundo. Sin embargo, para mí, uno de los más interesantes agregados a este ícono es la Viuda Negra Catrina, como yo la llamo. En ella, se conjuntan atributos de sensualidad y peligrosidad ya que se hace alusión a un personaje que devora a su pareja después de la copulación (aunque esto no sea del todo cierto en el mundo de la araña viuda negra).  Algunas versiones que he visto de la Viuda Negra Catrina integran la típica silueta de reloj de arena rojo, patas saliendo de su cintura y viudas negras bordadas, pintadas o tridimensionales.

Hoy día Halloween y Día de los Muertos son un buen pretexto para que cine y televisión hagan de las suyas exhibiendo series de horror y películas en donde aparecen entre otros super-héroes, los relacionados con arácnidos, como el Hombre Araña, sus aliados y enemigos. Las arañas aparecen normalmente como entes amenazadores, peligrosos, aliados de fuerzas del mal y causantes de miedo, horror y caos, atacando y/o destruyendo a la humanidad. Si algunos lectores están interesados en ver algunas de las numerosas pero memorables películas en donde las arañas, en alguna modalidad, son las protagonistas, aquí va una pequeña lista: Las Arañas (1919), Sherlock Holmes y la Mujer Araña (1946), La Mujer Araña Regresa (1946), Tarántula (1955), Horrores de la Isla de las Arañas (1962), Arañas Infernales (1968), Tarántulas carga mortal (1977), Reino de las Arañas (1977), El Beso de la Mujer Araña (1989), Aracnofobia (1990) y Lavalántula (1916). En la mayoría de estos y otros materiales cinematográficos, los papeles se derivan de la cultura popular contemporánea, de los géneros de fantasía, horror, ciencia ficción, leyendas urbanas y juegos de computadora. El miedo a las arañas, que generalmente es heredado, más que natural, junto con las propias ansiedades, miedos y preocupaciones sobre el mundo que nos rodea, proviene de leyendas, folklor, mitología y supersticiones, así como asociaciones arquetípicas y simbolismo, que a veces se llegan a conjugar en un producto que solamente puede calificarse de ridículo. En los materiales contemporáneos es muy poco lo que puede observarse el origen de estas manifestaciones. En la segunda parte de este artículo me concentraré en las asociaciones de las arañas con las fuerzas de la oscuridad y muerte, especialmente en los mundos mágico y mítico, en el presente y pasado de la cultura mexicana. Entretanto, que las arañas (que también simbolizan dinero o suerte) en esta temporada sean favorables para mis lectores.