Candil de la Calle

Los dos Guanajuatos.

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            Es posible que lo hablado en la reunión que encabezó el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong en Irapuato la tarde del martes con el gobernador Miguel Márquez y los alcaldes de Irapuato, León y Celaya en materia de seguridad, se mantenga en la más absoluta reserva entre los involucrados precisamente por tratarse del rubro en mención.

            Grito Dolores entradaOtro tanto del factor secresía tendrá que ver con lo muy complicado que se ha presentado el tema (inseguridad, delincuencia, violencia) en ésas y en otras varias ciudades del estado en los últimos meses, así que parecería obvio que cualquier definición de acciones, estrategias, medidas o refuerzos para incidir en el tema tendrá que mantenerse lejos del dominio público.

            Peeeeero…

            Que el Secretario de Gobernación Osorio Chong salga a decir que en el mes y medio o casi dos meses que lleva la “estrategia especial” para combatir la incidencia delictiva en las tres ciudades ya mencionadas, hay buenos resultados y la cosa está funcionando (sólo faltó que agregara “de maravilla”), no tiene nada qué ver con el panorama que desde acá, los habitantes de esas y otras ciudades del estado vemos y vivimos todos los días.

            Del dicho al hecho hay dos Guanajuatos. El que pintó el titular de la Segob el martes por la tarde, y el que mantiene muy preocupados y viviendo las terribles peripecias de asaltos en la vía pública, robos domiciliarios, balaceras en plena calle o asesinatos a plena luz del día.

            Una mayor presencia de fuerzas federales ha servido para inhibir actos delictivos muy específicos como los asaltos al tren. Hace casi una semana, el propio general Felipe Gurrola, comandante de la XII Región Militar con sede en Irapuato, reconocía de viva voz que los refuerzos y los operativos que a partir de su presencia se ha incrementado, no han podido bajarle como se quisiera al huachicoleo o robo de hidrocarburos en los ductos de Petróleos Mexicanos.

            Lo dijo.

            En estos días se ha hecho ostentación de los resultados positivos para reducir drásticamente los robos al tren.

            Lo cierto es que no puede decirse lo mismo de otros delitos, y los homicidios dolosos y los robos figuran en esas estadísticas hasta ahora imposibles de frenar, ya no se diga, bajar al mismo ritmo que se ha hecho con los robos al transporte de carga ferroviario que transita por el territorio guanajuatense.

            Otro indicador de que en la reunión del martes por la tarde con el Secretario de Gobernación, el de la Defensa y el de Marina (con otros funcionarios federales y estatales) se pidieron, sugirieron u ofrecieron medidas drásticas, lo reveló unas horas después el alcalde leonés Héctor López Santillana, que ya no ve lo duro, sino lo tupido en su municipio.

            En la misma noche del martes, algunos medios comenzaron a ventilar que López Santillana le había pedido la renuncia al director de Policía, Oswaldo Jiménez Arcadia. Así se confirmó el miércoles en un acto oficial en el que el edil leonés presentó al nuevo titular, un funcionario estatal enviado por el Secretario de Seguridad estatal Álvar Cabeza de Vaca, con quien realizaba tareas nada menos que como Comisionado de las Fuerzas de Seguridad, las FSPE.

            Así, en este Guanajuato la cosa no marchaba tan bien y en el caso de León se tuvieron que tomar medidas…a menos que hayan despedido al director de Policía por sus “buenos resultados”.

            ¿Pondrán sus barbas a remojar los alcaldes de Irapuato y Celaya?

            Quizás sigan viviendo en el otro Guanajuato.