Guanajuato es una ciudad de misterio y se habla de fantasmas y espectros, por ello, tiene fama mundial gracias a las diversas películas de terror que se han filmado aquí, desde “El Santo contra las momias de Guanajuato” hasta las propias leyendas de la ciudad que se han llevado a la pantalla grande como “La Niña de la mina” que recientemente estuvo en cartelera. Siempre me ha parecido mentira que las buenas o malas vibras, fantasmas o entes acechen y trasciendan desde una pantalla hasta la vida real, me han contado muchas historias al respecto y yo siempre pensaba en que era la imaginación de las personas que pretendían ver esto o aquello. Pero no. Esta vez me tocó vivirlo a mí y a mi familia.
Ayer me decidí por fin ver la película que muchos de mis estudiantes me habían recomendado porque sí era una historia de verdadero terror dado que la historia relatada ahí sucedió en Madrid, España, hace años. La película se llama “Verónica” y está en Netflix, así que me armé de valor y le dije a Hugo, mi esposo, que me acompañara a verla. Accedió. Comenzó la peli a la que hubo que subtitular, pues el marcado acento español hacía que nos pareciera ininteligible la escucha. Comenzamos viendo la peli Hugo y yo, después de un rato, Alex, mi hijo, se nos unió. A medida que pasaban la trama de los diversos personajes en su acción cinematográfica, los efectos especiales, y la historia que fue un caso real de posesión satánica, nos dejamos llevar por el momento de terror y con los lugares comunes: se mueven las cosas solas, se cae el crucifijo, se apagan las velas, brota algo de las paredes y demás, así que terminó la película y pues comentamos brevemente de las posibilidades de que haya sido real o no, y nos enfocamos en otras cosas cotidianas.
Y sí, ya en la vida real, y siendo viernes, decidimos ver otra película, pero esta vez de acción, nada qué ver con la anterior peli. Y pues en tanto transcurría la excitante y explosiva película de “La Roca”, típico cine hollywoodense, Alex ya se había ido a ver sus programas de TV, Hugo y yo asombrados por los efectos especiales de este tipo de pelis y en ver el drama de los personajes, nos ensimismamos en la narrativa de los héroes, por ello, no nos dimos cuenta de ciertas cosas que pasaban a nuestro alrededor, hasta que la película terminó. En ese preciso instante, escuchamos que algo se caía al suelo y se rompía, yo pensé que alguno de mis gatos había tirado algún plato o el vidrio de la mesa del comedor o que Alex lo había hecho, pregunté qué había pasado y desde la sala mi hijo me dijo que se había caído algo y, sin dejar el control de la TV que había perdido toda señal, Alex y Hugo fueron a ver lo que pasó, y tal cual en la película de Verónica, una cruz, bastante grande, de madera y vidrio, que tenía colgada en la pared cayó estruendosamente, rompiéndose algunos de los vidrios que la conforman; extrañados Hugo y Alex vieron que el clavo que la sostenía se había salido de la pared, como si alguien lo hubiera empujado del otro lado, yo desde mi cuarto, asustada y pensando en que no deberían de pasarnos estas cosas, les pedí que lo levantaran y que lo dejaran en la mesa, de inmediato me puse a rezar, y a pedir que sea cual sea lo que había provocado eso, se fuera de mi casa.
Alex y Hugo iban hacia la sala cuando de pronto sintieron cómo un viento frío pasaba a su lado, de inmediato les insistí que dejaran ya el crucifijo en la mesa, y así lo hicieron, de pronto el vaso de la veladora que tenía prendida en la mesa explotó, asustada le dije a Alejandro que fuera y prendiera incienso tanto al frente de la casa como en el patio posterior (yo seguía rezando en mi interior para no asustarlos más de lo que estaban). Así lo hizo, fue en ese instante en que todo volvió a la normalidad, la TV a su recepción. Ya tranquilos, decidimos cambiar de ver pelis a ver otras cosas en internet.
No cabe duda que los seres espirituales no tan buenos esperan cualquier momento para colarse dentro de cualquier realidad y ahora lo que haya estado en mi casa, espero ya no regrese jamás. ¿Te ha pasado algo similar? ¿crees que vivir aquí nos predisponga a todos a estas experiencias paranormales? ¿quieres vivirlo? Te invito a mi casa. Ven, lee y anda Guanajuato.
