Juanito, que había conseguido con mucho esfuerzo salir de la pobreza y juntar algo de dinero, decidió llevar el cine a su pueblo natal, pensando que sería un buen negocio pues le daría trabajo a sus paisanos mientras atraía las visitas de los de los pueblos vecinos.
Llegó a su querido Celácuaro, después de atravesar un pantano que estaba en el lugar de la vieja carretera y de haber dejado del otro lado el tráiler con el proyector, una buena dotación de películas, el mobiliario para la única sala y hasta con una máquina de palomitas y otra de refrescos para descubrir que, a pesar de los años, aún no había llegado la electricidad ni el drenaje y que al palacio municipal, donde pensaba guardar todo mientras construía su sala, le habían robado hasta las cerraduras , razón por la que los habitantes de Polacuaro y Granaditas ya no querían ir ahí ni en broma. Un vecino viejo le explicó que desde que una tromba había destrozado el puente ya nada bueno pasaba en ese lugar ¿Qué hacer? se preguntaba Juan mesándose los cabellos.
Interrumpiré este fracaso capitalista para utilizarlo como materia prima para hablar sobre las condiciones, esas que le faltaban a Celácuaro para tener un cine bonito, esas que les sobran a los abogados para llegar a acuerdos.
Las condiciones son aquellas características que determinan que algo sea lo que es, así podemos hablar de la condición humana, por ejemplo, aunque sería el segundo pantano en el que nos meteríamos en este texto. Para nuestro consuelo pueden cambiar, así aunque Juanito había sido pobre logró superarlo, no les dije cómo, pero si aclaré que había sido con esfuerzo, es decir no fue una mera casualidad si no un resultado.
Pero para poder conseguir el ansiado resultado, ya sea este salir de la miseria o poner un cine tenemos que entender que las condiciones obedecen a una lógica y que son acumulativas, así la existencia de una cosa depende de que otra suceda o no suceda primero, se necesita luz para el cine y camino para que puedan llegar a poner el cableado. Además de seguir los pasos tenemos otro factor, las circunstancias que son accidentales, temporales e incontrolables como la tromba y que pueden jugar en contra o a favor de nuestros propósitos.
Y es entonces cuando también una circunstancia puede generar una condición como el no tener un puente dejó al pueblo en aislamiento y una condición puede propiciar una circunstancia como que ese aislamiento trajera una epidemia. Visto así las condiciones se construyen y las circunstancias se sortean o se aprovechan, precisamente con nuestras condiciones.
¿Qué arma se tiene para no llegar en balde con nuestro tráiler cargado de cosas inútiles? ¿Qué hizo Juanito después de arrancarse algunos mechones? La respuesta es la misma en las dos preguntas: informarse de las condiciones y aprovechar las circunstancias. Vendió el equipo, armó el puente y se hizo transportista, el cine vendría solo, después.
