Todología con Maiself

Las mujeres bellas

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Todología con Maiself

A Vaya, vaya, hoy su titulito nace huérfano de escándalo. Es llano y sugiere honduras insondables en torno al misterio femenino.

B Es un tema que interesa tanto a hombres como a mujeres, aunque por distintas razones: para los hombres es un tema de gusto, mientras que para las mujeres es un tema de identidad y de autoestima.

A Tiene razón. Creo que debiéramos comenzar por la perspectiva masculina, ya que nuestras plumas son de ese género, y comenzaré por afirmar que en gustos se rompen géneros: la mujer que a mí me gusta puede no ser de su gusto.

B Eso desde una perspectiva subjetiva, pero aunque no sea de mi gusto, una mujer en particular, digamos de pelo negro, no dejaré de ver que su pelo es bonito: la belleza de su pelo no puede ser negada por mi débil preferencia hacia ese color de cabello.

A Usted está combinando lo subjetivo con lo objetivo. Ahora bien, hay que desmarcarnos del plano físico de la belleza de una mujer para tomar en consideración otras cualidades que la hacen bella: pienso en el estereotipo de la rubia boba del misógino cine norteamericano de los cincuentas y sesentas: eran preciosidades insulsas, sin chispa y nada arriba de su bulbo raquídeo.

B Efectivamente, la belleza física es la superficie de inscripción de otros componentes de lo bello, como el temperamento y el carácter, que son lo que, finalmente, le dan a una mujer la ecuación de su belleza total.

A Sí, la forma de mirar o de moverse de una mujer, acuérdese de “esa preciosa canción “Something” del Beatle George Harrison:”Something in the way she moves, attract me like no other lover…”, puede acrecentar o disminuir su belleza total: una mujer es la suma y la configuración singular de sus atributos más o menos bellos, por lo cual una mujer inteligente es más sexy que una menos inteligente, y una mujer bondadosa es más bella que otra menos bondadosa…

B Y cuando se amalgaman la belleza física con la belleza intelectual y moral de una mujer, uno tiene ante sí a una diosa.

A Así es. Y cambiando al tema de cómo es vivida la belleza propia por las mujeres, tema de identidad y autoestima ¿qué piensa usted al respecto?

B Bueno, yo creo que existe una tendencia histórica a condicionar la conciencia de la belleza de las mujeres a la opinión de los hombres y de toda la poderosa industria de la cosmetología, por lo cual muchas mujeres se autoconciben y autovaloran con los ojos y el rasero de los hombres. Y no me refiero a la tendencia y al deseo de atraer al sexo opuesto, que es un afán también de los hombres, y hasta mayor que en las mujeres, y si no me cree, cheque a los metrosexuales y verá que gastan más dinero y tiempo frente al espejo que la más vanidosa de las mujeres. Me refiero a que muchas mujeres se ven feas o viejas según lo que opinen otros, lo cual es poner su autoestima a cotizarse en una bolsa de valores machista de caprichosos altibajos.

A De acuerdo. Una mujer será tan bella como ella se considere, y como la consideren aquellos que la aman y no sólo los que la desean.

B Y esas mujeres autónomas abundan cada vez más, y nos enriquecen la vida.