La primavera llegó a la OSUG con concierto de música francesa

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CULTURA/Guanajuato, Gto. 04 de mayo de 2019.- “De una mañana de primavera” así se llamó el concierto que la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ofreció en el Teatro Principal, las bondades de la mañana se trasladaron a la noche para llevar a los escuchas música francesa de mediados del siglo XIX y principios del XX.

En concierto (Foto: UG)

De acuerdo al comunicado de prensa, el director invitado fue José Areán, con su vasta experiencia a la cabeza de múltiples orquestas nacionales e internacionales hizo que la primavera se manifestara mediante tres obras: “D’un matin de printemps” de Lili Boulanger, “Sinfonía española, op.21 para violín y orquesta” de Édouard Lalo y “Sinfonía no.2 en la menor, op. 55” de Camille Saint Saëns.

“De una mañana de primavera” así se traduce del francés al español el nombre de la obra con la que la OSUG comenzó su concierto, la pieza fue escrita por la entonces joven compositora Lili Boulanger. La obra de dicha compositora es escasa –pues murió joven- pero muy valiosa pues poseía un talento que deslumbró en su época y lo sigue haciendo en la actualidad. 

La obra interpretada por la OSUG fue una de las últimas composiciones que  Boulanger escribió por su propia mano, “D’un matin de printemps” oscila entre la esperanza y el drama en la que plasma una primavera llena de vitalidad. La flauta comenzó con el tema principal para luego dar paso a la sección de viento y madera, la OSUG logró transmitir el lirismo de la obra. 

El violinista Sergio Andrés González fue el solista de la noche al tocar junto con la OSUG la “Sinfonía española, op.21” de Édouard Lalo, una pieza importante del repertorio para violín. La obra es una sinfonía concertante en cinco movimientos en los que se pudo observar la influencia española, especialmente de habanera. 

El concierto de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato culminó con la “Sinfonía no.2 en la menor, op. 55” de Camille Saint Saëns, quien fue uno de los pilares de la música francesa de mediados del siglo XIX.

Esta obra se presentó con la elegancia y espontaneidad que la caracteriza pues  tuvo influencia de compositores como Haydn y Mozart. La sinfonía está estructurada en cuatro movimientos que fueron interpretados por la OSUG con tal maestría que hicieron de la complejidad algo aparentemente simple.