Histomagia

Doppelganger

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A Citlali

Doppelganger proviene del alemán doppel que significa doble y ganger que significa andador, y el término se utiliza para designar el doble físico de una persona o bien establecer un fenómeno de bilocación (estar en dos lugares a la vez) o, en términos mágicos es tu gemelo malvado, el otro, ese que anda por ahí, pero no cerca de ti, ¿o sí?…

Creer que somos únicos en el universo, es el pensamiento ególatra que rige a las culturas en el mundo, por ello, cuando creemos que ya en nosotros, en nuestro sentir y hacer hemos visto todo, la realidad se presenta para mostrarnos algunas cosas que creemos jamás nos pasarán de cerca, pero Guanajuato es una ciudad tan antigua que pareciera que los que han estado aquí permanecen esperando estar o hallar a otra alma gemela desde la oscuridad, tal como le pasó a la mamá de Citlali, una de mis alumnas.

Mi estudiante me cuenta que cuando su mamá y su papá eran jóvenes y novios, él solía ir a verla a su casa cuando salía de trabajar, y aunque a veces llegara casi a las once de la noche la muchacha siempre salía verlo. La casa de la joven se ubicaba en una comunidad cercana a la capital, a un ladito del río, rodeada de árboles frondosos, alejada de los demás del pueblo, pero siempre pendientes el uno del otro. En aquél entonces no era común ver a personas diferentes cerca de ellos, sólo se conocían entre vecinos, lo que de una u otra manera garantizaba una seguridad que ahora ya ni imaginamos.

Pues bien, resulta que una noche extraña, el joven enamorado apareció afuera de la casa de la muchacha más temprano que de costumbre; ella extrañada, desde dentro de la casa, vio como él la buscaba con la mirada y en completo silencio, cosa diferente en él, pues siempre que llegaba a buscarla era con el ánimo de verla y muy contento, ella lo saludó desde la ventana, pero él no se inmutó, solo bajó la cabeza, se dio la vuelta dirigiéndose hacia abajo donde siempre se veían y donde el maizal estaba cerca. Al ver esto ella salió rápidamente de la casa y comenzó a seguirlo, en ese momento comenzó a llover, pero esa particular noche, la joven mujer no sabía lo que le esperaba. Caminando con paso firme entre los árboles y cercana al río,  desesperada le gritaba por su nombre que se detuviera y él no lo hacía, seguía enfocado en bajar, llegando al lugar de sus encuentros se siguió de largo hasta llegar al maizal y entró en él, su enamorada pensó que estaba borracho al no hacerle caso ni ningún gesto o seña, corrió entre el maizal, ahí por la hilera que entró, le gritó que se detuviera, él paró su marcha, cabizbajo, empapado por la lluvia, ella solo un instante miró hacia atrás como para recobrar fuerzas y al volver la vista al frente, ya no lo vio más, miró alrededor, no estaba; la lluvia arreciaba y los truenos hacían más tenebroso el lugar, muerta de miedo decidió regresar a su casa, comenzó a correr sintiendo que la lluvia fría caía sobre su cuerpo que ya estaba tiritando, lastimándose el rostro con las ramas de los árboles. Guiándose por tan solo las luces titilantes de las calles enlodadas en la lejanía y de los relámpagos llegó a su casa y al entrar cuál fue su sorpresa de que ahí estaba él, su novio, con la sonrisa de siempre y diciéndole que porqué se había salido de la casa, que se iba a enfermar, que…ella no daba crédito a lo que veía, su novio traía una camisa a cuadros y el pantalón azul de mezclilla, las botas de trabajo… exactamente la misma ropa que traía el “otro” ese que se perdió en el maizal cerca del río y que hasta esta fecha jamás ha vuelto a aparecer, sólo en los recuerdos de dos jóvenes que siguen juntos por su amor y su familia.

Esta extraña historia nos muestra la posibilidad de que en algún lugar exista ese otro, esa dualidad que, de acuerdo a las energías, nos completa inevitablemente, o tal vez, sólo tal vez, ese otro quiera encontrarnos y vivir nuestra vida, como al parecer le pasó a nuestra protagonista. ¿Quieres conocer a Citlali y a quienes vivieron esta historia? Ven, lee y anda Guanajuato.