Epidramón

JUEGO DE MANOS ES DE…. PENSARSE

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Amigos, aprovechando este encierro físico, mas no espiritual ya que el espíritu debe ser libre, me puse a reflexionar acerca de la sana distancia que debe haber para evitar algún contagio del famoso coronavirus o covid-19.

Esto es algo que  siempre debemos considerar, sobre todo cuando hay personas tóxicas que nos dañan en todo aspecto. Bueno, por ahora será el guardar la distancia entre las personas con las que tenemos el contacto diario, si es que no permanecemos en casa, como lo piden las circunstancias de esta crisis; además no saludarnos de mano, de abrazo y menos de beso. 

Debemos hacerlo de lejecitos, como lo hacían nuestros ancestros; puede ser con un movimiento de manos, una sencilla reverencia, como los asíaticos; enseñar la palma de la mano, como los pieles rojas; un signo de amor y paz, con la «V» de la VIctoria, que aparte de ser nuestra,  no hace daño como la Corona (virus), pero nunca enseñando el codo con el puño cerrado y llevándolo hacia atrás por un lado de la cabeza.

La sugerencia es decirnos palabras amables, en tono cordial y que todos queremos escuchar, desde luego muy afectuosas y sinceras. Esto me hace recordar a Ana María Rabatté, quien decía: 

Si deseas decir te quiero

a la gente de tu casa

al amigo cerca o lejos

díselo hoy, sé muy bueno

¡¡Pero en vida, hermano, en vida!!

Esperemos guardar la distancia necesaria para evitar un contagio por el saludo de manos, abrazos y besos…

Palabras de sincero afecto

que no queden dudas

causarán mejor efecto

que un beso de Judas.

Las otras muestras o acercamientos bien pueden ser virtuales.