Los guanajuatenses, las artes y el Festival Internacional Cervantino

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José Eduardo Vidaurri Aréchiga

Cronista municipal de Guanajuato

Cartél del primer Festival Internacional Cervantino. Imagen de Internet.

La población de Guanajuato ha gustado desde hace mucho tiempo de las expresiones artísticas, una prueba de ello es la temprana presencia de un corral de comedias que, a la manera del legendario Corral de la Pacheca en Madrid, haría las delicias de los guanajuatenses aficionados a disfrutar de las representaciones artísticas desde fines del siglo XVIII.

En Guanajuato era el año de 1788 cuando los empresarios don Miguel Zendejas y don Francisco Hernández solicitaron al Ayuntamiento de la ciudad la  licencia para poner en funcionamiento el corral de comedias que se ubicó en la antigua casa del bachiller Juan Camacho. La construcción comenzó en enero y se inauguró en abril de ese mismo año estrenándose el coliseo con la presentación de la tragedia Andrómaca a cargo de la actriz guanajuatense Marcela Elizondo, como dejó consignado don Mariano Villaseñor primero y don Agustín Lanuza después.

El Corral de Comedias que también era conocido como el Teatro de Guanajuato, fue el escenario donde se presentaron artistas reconocidos como la cómica Antonia Cervantes en 1830, el mundialmente famoso pianista Henri Herz acompañado al violín por Franz Cohen en 1849, la Compañía de Manuel Fabre hacia 1857, la Compañía de ópera Maretzek que presentó La traviata en 1861, o el gran pianista Ricardo Castro en el año de 1902.

Antigua fachada del Teatro Principal donde estuvo el Corral de Comedias.Imagen de archivo.

Cabe referir, antes de avanzar más, que ya en Guanajuato se había fundado en 1856 la Sociedad Filarmónica Guanajuatense y también la Academia Guanajuatense de Literatura, instituciones que dan cuenta de la pasión y emoción que ha mostrado siempre la sociedad guanajuateña por el cultivo de las artes.

Fue el Teatro de Guanajuato un espacio visitado por personalidades distinguidas como el  presidente de la República Benito Juárez, don Santos Degollado y Guillermo Prieto. También acudieron a las funciones que se ofrecían ahí don Miguel Miramón y don Luis G.Osollo.

El espacio que, luego del inicio de la construcción del magnífico Teatro Juárez , comenzó a ser conocido como el Teatro Principal se convirtió hacia 1914 en un cine hasta que un incendio lo consumió a principios del año de 1921.

Por lo que respecta al Teatro Juárez su construcción inició hacia 1872 como una de las más importantes y ambiciosas decisiones del gobernador Florencio Antillón. Las aportaciones estatales y municipales fueron decisivas para la empresa, el proyecto pasó por varias etapas para ser concluído y, luego, formalmente inaugurado el 27 de octubre de 1903 con la asistencia del presidente Porfirio Díaz y con la representación de la ópera Aida de Giuseppe Verdi por parte de la Compañía Ettore Drog de Italia, bajo la direeción de Napoleón Sieni y Giorgio Polaco.

El gran Teatro Juárez en su etapa de construcción. Fotografía de archivo.

Desde entonces, aunque lamentablemente ha pasado por momentos de abandono, el gran Teatro Juárez ha sido el escenario para muchos de los más importantes eventos que registra la historia local, es uno de los foros culturales más importantes de la República mexicana y del Festival Internacional Cervantino.

La estela de destrucción de la inundación de 1905 y los efectos de la última gran revolución paralizaron en gran medida las actividades culturales de nuestra ciudad, aunque no faltaba oportunidad para que eventualmente se presentara alguna audición de nuestra gloriosa Banda de Música del Estado, alguna velada cultural, alguna zarzuela o concierto de los que organizaba la Sociedad de Conciertos de Guanajuato que funcionaba con el apoyo económico del público.

Llegó así el año de 1938 y un grupo de jóvenes entusiastas entre los que se encontraban Enrique Ruelas, Alicia Barajas, Eugenio Trueba, Estela Oyanguren, entre otros, comenzaron una aventura teatral con el montaje, en el Teatro Juárez, de Cuadrigémino escrita por Pedro Muñoz Seca y luego vinieron otros montajes. 

No podemos dejar de referir al legendario Estudio del Venado donde participaban Armando Olivares, Eugenio Trueba, Luis Pablo Castro, Enrique Ruelas, Manuel Ezcurdia, José Guadalupe Herrera, Luis García Guerrero, Manuel Leal, Salvador Lanuza, Jesús Villaseñor y Josefina Zozaya por referir algunos de los más entrañables personajes.

Hacia 1952 se decidió la conformación de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato que tuvo su primera presentación el 25 de abril de 1952 y que se ha convertido en una institución robusta y de primera calidad en el ámbito musical mexicano.

Cartél utilizado en los inicios de los Entremeses Cervantinos. Fotografía J.E.V.A.

Ese mismo año se fundó también el Teatro Universitario con la dirección del Mtro. Enrique Ruelas, la compañía debutó el 20 de febrero de 1953 con la presentación, en la plazuela de San Roque, de Entremeses Cervantinos Mundo Imaginario y Realidad de su Mundo, con un elenco que, desde esa primera vez, contó con la participación entusiasta de los vecinos de  nuestro amado Guanajuato.

Cabe referir también la importante participación de Bennie Smith que sugirió el uso de ese espacio y que además participó con su ingenio para que la obra contara con iluminación y otros elementos técnicos. Destacó también la contribución del pintor y cronista  Manuel Leal quien diseñó la Cruz de los Faroles para dotar a la plazuela de una atmósfera especial que se complementó con el toque de las campanas del templo y se aderezó con el debut de algunos perros callejeros y burros lecheros que participaron en la mágica representación.

El Teatro Universitario produjo otros montajes notables, la vida cultural de la ciudad se incrementó significativamente con la fundación de otras empresas artísticas y así pasaron algunos años.

Recreación de una escena de los Entremeses Cervantinos por Manuel Leal. Fotografía J.E.V.A.

Luego, en 1972 llegó el Festival Internacional Cervantino. Múltiples versiones existen de su orIgen y es probable que todas las versiones tengan algo de certeza porque es indudable que el Festival Cervantino es una realidad. Los Entremeses Cervantinos eran ya un montaje reconocido en múltiples países y el Festival era la oportunidad para incorporar la presencia de artistas de otras latitudes en la construcción de una verdadera fiesta del espíritu que solo puede tener por sede la ciudad de Guanajuato.

La primera edición ocurrió del 29 de septiembre al 28 de octubre de 1972 y contó con la participación de 13 artistas de 13 países entre los que figuraron Pilar Rioja, el Ballet Folclórico de Guatemala, el Coro de Madrigalistas del INBA, la Rondalla Santa Fe, por referir algunos.

Luego en 1973 no hubo Festival Cervantino, así que la segunda edición ocurrió en 1974 con la presentación del montaje teatral de La ilustre fregona bajo la dirección de Carlos Gaona con la participación de la Orquesta Sinfónica, el Ballet, el Coro y la Estudiantina de la Universidad, también se presentó la bailarina y crotalista Sonia Amelio, Compañías de Teatro de la república Checa, de París, de Italia y de Nueva York.

En 1975 durante el tercer Festival destacó la presencia de Paco de Lucia y la visita de la reina Isabel II y del duque Felipe de Edimburgo. Luego en 1976 se presentó Joan Manuel Serrat, el trio Yuval de Israel, la Compañía Nacional de Ópera.

Podríamos recordar a muchos de los grandes artistas que han estado en nuestra ciudad para participar en el Festival Cervantino en sus distintas ediciones: Hermilo Novelo y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, Guadalupe Trigo, B.B. King, Chabuca Granda, Janos Starker, Atahualpa Yupanqui, Ella Fitzgerald, Claudio Arrau, Rudolf Nureyev, Jorge Federico Osorio, Leonard Bernstein, Camerata Punta del Este, Susana Rinaldi, Guillermo Briseño, Eduardo Mata, Narciso Yepes, el Teatro Mali de Moscú, Lucha Villa, Luciano Berio, Kronos Quartet, Phillip Glas, Oscar Chávez, Alicia de Larrocha, Willie Colón, Pina Bausch, los Leones de la Sierra de Xichú, Conlon Nancarrow, Kurt Pahlen, los Tigres del Norte, Chavela Vargas, Poncho Sánchez, Jordi Savall, Ricardo Mutti y la Orquesta Sinfñonica de Chicago, Arvo Pärt, Celia Cruz y una larga y emocionante lista de artistas más.

 Este 2020 la situación es distinta, no hemos podido disfrutar a plenitud nuestras más enraizadas tradiciones desde el Viernes de Dolores, la Semana Santa, las Fiestas de San Juan y Presa de la Olla con su apertura, la fiesta de San Ignacio el día de la Cueva con sus 404 años de existencia y, ahora, la fiesta del espiritu, nuestro Festival Internacional Cervantino que se acerca a su primer medio siglo de existencia.

Se ha diseñado, por parte del Comité Organizador del FIC, una programación que explora nuevos formatos y plataformas que nos han permitido disfrutar de una serie de excelentes eventos artísticos. La fiesta virtual  que comenzó el pasado 14 de octubre y concluye el próximo domingo 18 y representa una oportunidad para enlazarnos a través de las redes sociales  para poder construir juntos el espacio que nos une.   

Si la vacuna llega y se impone el uso cubrebocas, la responsabilidad del autocuidado y de cuidar a los demás con la sana distancia, seguro que en el 2021 tendremos un extraordinario Festival Internacional Cervantino presencial.

Cervantes pasea por la plazuela de San Roque. Dibujo de Manuel Leal (1957). Fotografía J.E.V.A.

© J.E.V.A.2020. OCTUBRE 16.