EL BALCÓN DEL PALACIO. Estar en la bancada de los diputados sin partido, es como estar becado por el gobierno federal en la CDMX, no tienes que entregar tareas, ir a la escuela –además ni se puede por la pandemia—y si no haces nada no hay problema, te va a llegar tu lana sin problemas y puntual. Así están los que diputados sin partido… sin hacer prácticamente nada, no participan, no preguntan y ni siquiera se despeinan, pero su cheque seguro les llega.
Hay diputados también que prefieren echarse la pinta que cumplir con sus obligaciones. Los diputados Ernesto Prieto Gallardo y Maricarmen Vaca González, prefirieron asistir a una rueda de prensa en León, que estar presentes, aunque fuera de manera virtual, a la sesión del Pleno. No se la podían perder se iba a presentar el delegado para el proceso electoral.
En otro asunto, resultó al menos irónico que la diputada priista Guadalupe Guerrero Moreno, saliera hacer críticas –muy ciertas, por cierto– por el tema de la vacuna contra el COVID en la sesión de Pleno de la Cámara, argumentando las cifras de contagios y de muertos; la falta de estrategia de las autoridades sanitarias para su distribución y las mentiras que arguye el mandamás de Palacio Nacional, sobre el tema un día sí y otro también.
Claro que sabe de lo que habla, porque fue la primera diputada que salió con resultado positivo, cuando agobiada por varios síntomas, se aplicó la prueba. Fue en Julio del año pasado y una vez que salió la información en varios medios de comunicación, se vio forzada a hacerlo público a través de un despacho de prensa, en el que se afirmaba que a pesar de que salió positiva, era totalmente asintomática.
La realidad era otra, como sabían los otros integrantes de la Mesa Directiva, los mismos que les ganó la preocupación y la pronta evaluación médica para descartar que hubiesen contraído el bicho. La verdad, no es la primera vez que los legisladores exigen al gobierno federal definiciones y certezas, en respuesta solo han tenido la indiferencia.
IBARGÜENGOITIANAS. Llama mucho la atención que el diputado Israel Cabrera Barrón, festine la orientación sexual de su suplente, Luis Gerardo González Rodríguez, como si fuera la mejor característica para que llegue a la Cámara de Diputados, cuando él se vaya a fin de mes, a tratar de convencer a los capitalinos de que es una opción para la alcaldía de Guanajuato.
Incluso dijo que está orgulloso de que el lugar que deja sea ocupado por Gerardo González y porque dijo tiene un compromiso con la comunidad LGBTTIQ, lo que está muy bien, pero el compromiso debería de ser más amplio: con los ciudadanos; sobre todo porque él mismo antes de ser dentista o político, es ciudadano; al igual que su suplente antes de sus preferencias sexuales por supuesto que también es ciudadano.
En la cámara será recordado como un diputado que en muchos de los casos le salió el tiro por la culata, como cuando se cansó de exigir que el gobierno del estado y la Secretaria de Medio Ambiente, le mantuvieran informado sobre las mediciones en la calidad del aire que se realizan en el estado, cuando es información al alcance público, nada más hay que meterse en la página Web de la dependencia y buscar los datos, pero para el legislador, eso es mucho pedir.
Y MIENTRAS TANTO EN LA ATENAS DE POR ACÁ. Si las cosas van como hasta ahora, seguramente Alejandro Navarro, será recordado como el alcalde más tiktokero y feisbukero que ha tenido la capital, casi casi el Influencer de Cuévano más chipotles de la región.
Le ha llovido de todo en su milpita; las críticas han sido ingeniosas y ofensivas, pero poco contundentes porque en lugar de sacudirlo lo posesionan más. Ahí está los señalamientos que hicieron por su símil de Las Perdidas, los pronunciamientos y después la justificación.
Lo que se pierde de vista es que Alejandro Navarro podría también ser recordado como el primer alcalde que dure un sexenio, porque ya lleva tres años y con la oposición desaparecida que tiene enfrente no es difícil imaginar el desenlace.