El Laberinto

Escarabajos pisados

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Hay un ejemplo muy curioso en la teoría de la evolución que dice que si alguien pisa accidentalmente  a un grupo de escarabajos habrá terminado en un segundo con parte de su variabilidad genética. Es decir que puede ser que entre ellos estuviese la variación que los hiciera mejores para sobrevivir… o no y nunca lo sabremos. El azar puro y duro mata sin necesidad de que esto sea útil o un filtro, no siempre lo que sobrevive es lo mejor.

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Esta idea me hace pensar justo en todo lo que de verdad nos importa y creemos aquella narrativa del mérito y el esfuerzo y de que los que llegan a lo que llamamos éxito son los mejores de su ramo. Pero eso es mentira y para ilustrarlo, más allá del frio ejemplo de los escarabajos, me puse a pensar en bandas de música.

Las bandas y sus creaciones están sujetas a una serie de condiciones externas que se asemejan mucho a la selección natural; primero está la variabilidad en cuanto a los géneros que tocan, que también se va modificando de acuerdo a lo que llega a ser mainstream, así si una banda de punk, por ejemplo, llega a ser muy famosa, seguro surgirán varias similares; después esta la deriva, muchas no llegan a consolidarse por asuntos ajenos a la música, como problemas entre ellos, disparidad en los procesos de vida de los integrantes, accidentes humanos o con su equipo, capacidad económica, relaciones o el gusto imperante en el momento.

Incluso si se llega a la fama, con el paso del tiempo las cosas cambian tremendamente, letras que eran aceptables llegan a ser ofensivas, la saturación en cuanto a un estilo o una pieza en particular puede sacarla del gusto de la gente, puede que a las siguientes generaciones les llegue solamente una parte que no es necesariamente la mejor, como aquellos que piensan que los Beatles son I wanna hold your hand o que la mejor canción de Blind melón es no rain. También sucede que trabajos ignorados en su momento, al cambiar el gusto experimentan una reivindicación e incluso lideran un nuevo movimiento. Porque en eso si se distingue de la evolución natural, existen varias oportunidades, pues todo tiene registro y puede ser retomado, siempre y cuando esté grabado.

Entonces llegamos a pensar en todo lo que nos hemos perdido, cuantos talentos se habrán quedado en el camino, las variables que pudieron enriquecernos y que tampoco conocimos. Y no queda más que pensar que en realidad, la música es tan pero tan basta que a pesar de los escarabajos pisados, sigue dándonos mucho todo el tiempo.