Llevo varios intentos para escribir este laberinto, un título, un par de líneas y de pronto el enojo, porque no puedo hablar de cualquier cosa con lo que está pasando, sería banal y hasta farsante y a su vez con esa sensación de que tal vez estén casados ya de leer sobre esto y obviamente yo también, pero no creo que si volteo para otro deje de pasar así que debemos decirlo mientras siga sucediendo y si, adivinan, estoy pensando en las desaparecidas, en las eliminadas, en las vejadas.
Cada cierto tiempo, por lo menos en México, brota una podrida cascada de casos de mujeres que desaparecen o que aparecen muertas y aqui estaria la primera corrección, no es justo decirlo de este modo, no “desaparecen” no es una cosa ivoluntaria o espontánea y siempre se maneja asi, se borra del relato el hecho de que alguien lo hizo, se borra al agresor y tal vez sea por ese vicio de lenguaje que a las víctimas siempre se les culpabiliza de su desgracia, por que son las únicas que se mencionan.
Más allá de la ridícula retórica que se utiliza para hablar de los casos, esta el tema de por que se dan por temporadas, me gustaría pensar que son solo oleadas y que el resto del tiempo no corremos peligro, pero la verdad es mucho más cruel, son modas comunicativas, un caso tan sonado que genera mucha atención y para satisfacer la demanda o el morbo se sacan mas y mas notas, al fin que por material no se para. Todo el tiempo matan o desaparecen mujeres, pero la prensa y las autoridades solo hablan de eso cuando la gente protesta u observa.
Cada caso tiene además alguna particularidad que se explota hasta el cansancio, a veces es la ropa, el empleo, las amigas, la actividad que se estaba haciendo, el físico, el lugar, la cuestion aqui es que no importa nada de esto, nadie está exenta, da igual si se es monja o trabajadora sexual, joven o mayor, hogareña o parrandera, si se sucedió en la escuela o en el bar y siempre terminan dando lecciones de moral.
No necesitamos un manual de seguridad y autocuidado, una lista de lo que se debe no hacer, porque además no existe, necesitamos que se garantice nuestra seguridad y nuestro derecho a la justicia.
