Guanajuato, Gto. Desde la víspera de la noche de Reyes, una cuadrilla de jóvenes integrantes del Grupo Amor a la Vida del centro de rehabilitación para Drogadictos de la capital, vestidos con capas de diversos y llamativos colores, coronas y barbas hechizas, se colocan en varios puntos de la capital para ofrecer a las familias guanajuatenses sus tradicionales roscas de Reyes.
Francisco, que ya lleva 5 años limpio del consumo de drogas, informa que este año intentarán colocar en los hogares capitalinos mil 200 roscas, que elaboraron con los elementos tradicionales en los últimos días.
“Ahorita llevamos más o menos vendidos el 40 por ciento de la venta total, el año pasado hicimos mil y ahora pensamos superar esa cifra”, menciona en entrevista en la parada del camión de la glorieta de Pozuelos, donde están instalados desde el día de ayer.
Indicó que están otros de sus compañeros están colocados en la plazuela del Baratillo, en la plaza de los Ángeles, en la plazuela del Músico, en las inmediaciones de las instalaciones de la Cruz Roja y en la Vieja Estación de Ferrocarril, vendiendo las roscas y también las famosas campechanas que habitualmente venden de puerta en puerta.
“También estamos en la puerta de nuestras instalaciones, en el sur de la ciudad, casi enfrente del Centro de Readaptación Social, mejor conocido como el Cereso Puentecillas”.
Francisco indicó que la respuesta de la gente ha sido muy favorable porque se llevan hasta de a dos roscas, que están vendiendo en 250 pesos cada una.
“Se trata de una rosca tradicional, la verdad está muy barata, tiene en el interior 5 niños Dios, es sabor vainilla-naranja y tiene, sus tiritas de ate, e higos”.
Mencionó que están en los puntos de venta desde las 9 de la mañana, hasta las 9 o 10 de la noche, pero esta noche quizá estén un poco más tarde con la esperanza de que sean vendidas más roscas para las familias guanajuatenses.
El centro de rehabilitación, atiende jóvenes que están luchando contra las adicciones sin costo para los internos y vender este tipo de productos en cada temporada de Reyes, o Pan de Muertos en las fechas correspondientes, y las campechanas, orejas y polvorones, de manera permanente, les ayuda a los gastos que tiene el propio centro de rehabilitación.
