El espacio de Escipion

Narcotráfico y Migración; problemas con mismas raíces

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+ Corcholatas en apuros

+ EDOMEX pone nerviosos a morenistas de la CDMX

+Raúl Padilla

Vaya que han corrido cientos de comentarios, análisis y recomendaciones de lo que fue, es y será la peor crisis humanitaria en el mundo y que en México impactó con 40 migrantes quemados y muertos en una instalación carcelaria del Instituto Nacional de Migración, cuya descomposición en la 4T se ha acelerado como nunca. Una tragedia de origen multifactorial: desigualdad social, inseguridad, persecución política, falta de oportunidades para el desarrollo humano en cada uno de los países expulsores,  pero cuyas secuelas en nuestro continente tienen una sola raíz: el alto costo de la imposición vertical de las reglas de desplazamiento por parte de los Estados Unidos.

No repetiremos lo obvio: la crisis tiene su origen en la imposición unilateral y chantajista del “Quédate en México”, como lo reconoció Mike Pompeo, el ex secretario de Estado estadounidense en el gobierno de Donald Trump, quien en un libro Never Give An Inch reveló cómo impusieron el acuerdo a nuestro país, pero sí hay reiterar que aquí esperábamos más del gobierno nacionalista de López Obrador.

“Marcelo, este es el trato: si el Estado y el Departamento de Seguridad Nacional no pueden regresar a casi todos los solicitantes de asilo a México en 14 días, vamos a cerrar por completo la frontera mexicana (…) Puedes decirle a tu jefe (AMLO) que llame al presidente (Donald Trump); él sabe que te estoy haciendo llegar este mensaje, pero fue muy claro. 14 días o nada”, reveló el ex funcionario trumpista en su libro, en el cual además recalcó que el canciller y aspirante presidencial mexicano lo hizo en total secrecía y dejando fuera a la experimentada embajadora Martha Bácerna.

Nada que nos sorprenda, porque así como la crisis migratoria tiene este origen, así también la actual emergencia por el alto consumo de narcóticos en los Estados Unidos y el empoderamiento violento de los cárteles mexicanos de las drogas. Ya lo hemos dicho antes, a raíz de los atentados del 11-S de 2001, la violencia en México tiene una raíz más profunda en las secuelas por las medidas impuestas por los Estados Unidos conocidas como Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) de las que México y Canadá se vieron obligados a suscribir y sin participar en la definición de la estrategia o alguna de sus tácticas. En términos generales, establecieron el control del tráfico aéreo y la conformación de las “fronteras inteligentes”, lo que llevaría a los narcotraficantes de centro y sudamericanos a aliarse con los mexicanos y a utilizar nuestro territorio como ruta para el trasiego de drogas.

Pero algo más ocurrió con el 11-S, porque la posición de México para que el tema migratorio fuera atendido como parte de las prioridades en una agenda trilateral en aquel lejano 2001 (cuando se quería la “enchilada completa” en un acuerdo laboral del TLCAN), se vino abajo y, por el contrario, las secuelas fueron peores. Lo demás es historia de fracasos para llegar a acuerdos conjuntos.

La propuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que se impulsara un “Plan Marshall” para Centroamérica, con los programas “Sembrando Vida” y “Jóvenes Construyendo el futuro”, embonado además con el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el corredor Transítsmico se topó con pared en el Congreso y gobierno de los Estados Unidos que no soltaron un dólar a esta demanda y sólo se han remitido a apoyos menores al corredor del istmo de Tehuantepec.

La idea lopezobradorista tampoco era nueva, sino un ajuste al fracasado “Plan Puebla Panamá” de Fox y al también fracasado Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica zedillista, para contener la migración que viene de la frontera sur.  

Desde hace más de 25 años México ha demandado a los Estados Unidos un plan integral para contener la migración  hacia su territorio y que el nuestro, como país de tránsito, no tenga que pagar los platos rotos, pero siempre se ha topado con la negativa estadounidense o la imposición de sus condiciones que terminan por desdibujar cualquier iniciativa diferente. Aunado a lo anterior, y nada justifica la pasividad con que responde, el actual gobierno mexicano le tocó enfrentarse a la postura del presidente más xenófobo, racista, antimexicano y proteccionista estadounidense de la época contemporánea.

Y es que la tragedia de Juárez no es nueva, pues llevamos años, lustros, décadas, dejando que crimen organizado y gobiernos sean cómplices. Así ocurren tragedias como la ocurrida hace 13 años en San Fernando, Tamaulipas, cuando en el 2010 la delincuencia organizada asesinó y desapareció a cuando menos 72 migrantes centro y sudamericanos.

No hemos aprendido nada si sólo se aplican paliativos propagandísticos para salir al paso de los cuestionamientos.

La crisis humanitaria de la migración es mundial; en Europa sus naciones pagan los costos del largo periodo de colonialismo de pueblos de África, Asia y América Latina.  Por su parte, Estados Unidos, cuyas doctrinas intervencionistas provocaron las peores crisis de inestabilidad política en nuestra América con la imposición de regímenes totalitarios y represores, generan la expulsión de miles de latinoamericanos

Mientras el tema migratorio y de la contención a la expansión de las drogas prohibidas no sea abordado multilateralmente por todos los gobiernos involucrados, cualquier intento que se haga será pasajero y no disminuirá en un corto ni mediano plazos. Ya no puede haber imposición, sino coordinación y el gobierno mexicano debe ser más exigente para sentar las bases para algo trascendente.

En México, por supuesto, hay que ir más a fondo que sólo inventarse una Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, y peor aún colocar al padre Solalinde como responsable, pues urgen cambios a las leyes en la materia y una profunda concientización sobre lo que significa un gobierno humanista a todos los funcionarios públicos, desde el policía o soldado raso hasta el más alto mando político como es el presidente de la República, militar o policíaco.

+ Corcholatas en apuros… por la crisis migratoria, al grado tal que Marcelo ha tenido que operar con sus senadores para detener cualquier comparecencia y Adán Augusto mandando a operar con pesos pesados como Humberto Lastra Bastar al territorio estadounidense. Mientras Adán y Marcelo se desenredan para dar una respuesta más inteligente a la crisis que los está tocando, Claudia no se mancha con el tema migratorio.

+ EDOMEX pone nerviosos a morenistas de la CDMX… pues andan apurados los alcaldes enviando operadores para que no se pierdan más potenciales votantes. El problema es que saben que tienen amarrada una parte de la zona norte y casi todo el oriente a favor de Delfina y ahí mandan a que se encimen, se hagan bolas y se grillen entre sí los operadores; pero las regiones occidente, norte y sur del EDOMEX brillan por su ausencia y ahí, PRI, PAN y PRD tienen más callo y experiencia de campo.

+ RAÚL PADILLA LÓPEZ, ex rector de la Universidad de Guadalajara y presidente de la prestigiada Feria Internacional del Libro de Guadalajara se suicidó sin conocerse hasta ahora los motivos. Hace unos años, creo que el suplemento Sábado del viejo Unomásuno, no recuerdo aún qué escritor recordaba su reencuentro con él, quien era contemporáneo: “Mira, de marihuana a escritor”, le habría dicho Raúl, a lo que le respondió: “Y mira, de marihuana a rector”.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com