Una buena hidratación, clave para evitar el golpe de calor*

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Puede haber insolación, desmayos, sarpullido…

Tenemos que evitar la exposición directa a los rayos del sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde para no arriesgar nuestra salud, recomienda Daniel Pahua Díaz, investigador del Departamento de Salud Pública de la FM

Rafael Paz   

El mejor consejo ante la ola de calor que se experimenta actualmente a lo largo y ancho de la República mexicana es mantener una buena hidratación, así lo asegura Daniel Pahua Díaz, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM).

El especialista explica que “la temperatura de nuestro cuerpo es, en general, de 37 grados centígrados y tiene un pequeño rango en el que vamos a funcionar de manera óptima; de tal manera que si alcanza temperaturas por debajo o por arriba del mismo podemos presentar alteraciones en la homeostasis (que se refiere al estado de equilibrio de nuestro cuerpo)”.

Y enfatiza: “Habrá alteraciones a las funciones cuando nuestra temperatura corporal, por la razón que sea, supere los 38 grados centígrados. Puede ser mortal cuando se sobrepasan los 40 grados centígrados, particularmente para los menores de cinco años y adultos mayores. En adultos en edades intermedias, dependerá de las características físicas y clínicas de cada persona, de qué enfermedades padece y si tiene o no algún tratamiento específico”.

Entre los problemas que se presentan al exponerse a altas temperaturas, subraya Pahua Díaz, los más comunes son una insolación, desmayos, golpe de calor, sarpullido o calambres. “Son un conjunto de problemas secundarios a la exposición a la alta temperatura, son condiciones que pueden poner en peligro la vida porque habrá alteraciones por la pérdida de agua, principalmente, y de sales, que son vitales para el funcionamiento de todos nuestros órganos”, añade.

¿Qué hacer?

La deshidratación ocasiona la pérdida de agua y minerales, apunta el investigador de la FM, y “si el aumento de la temperatura es persistente, se incrementa la pérdida de agua y de sales, lo que puede afectar nuestro estado de conciencia, causar confusión o pérdida del estado de conciencia, a partir de temperaturas corporales arriba de los 40 grados centígrados. Aunque depende de cada persona y de las características del ambiente, pero va desde lo más leve a lo severo”.

Para evitar problemas más fuertes, lo principal, de acuerdo con Pahua Díaz, es “evitar exponernos a la radiación solar de 10 de la mañana a las 4 de la tarde. Los rayos no son tan directos temprano y la intensidad no es la más alta; después de las 4 de la tarde, sigue haciendo calor, pero dada la rotación de la Tierra, los rayos llegan un poco más tangenciales y ya no de forma tan directa”.

“Si tenemos que salir por situaciones básicas, debemos hacer las cosas de modo que no estemos en una exposición; no es prioritario, por ejemplo, hacer actividades deportivas al aire libre en este horario. A veces la gente se quita la playera para estar más fresca, lo cual no debemos hacer debido a que facilita que se pierda una mayor cantidad de agua por la transpiración y favorece la aparición de quemaduras, así como de un golpe de calor”, añade.

Aunque, alerta: “Las personas que no padecen alguna enfermedad –al menos clínica– no es necesario consumir suero oral, con la hidratación normal con agua simple es suficiente, pero debemos tener nuestro sobrecito de vida suero oral para cualquier emergencia o situación en que empecemos a sentir malestar. La ingesta debe ser a sorbos, no debemos tomar todo el litro de golpe”.

“Tratemos de estar en lugares sombreados y tener cuidado con los adultos mayores y pequeños, que no salgan a estas horas del día. No podemos dejar a niños o mascotas en el coche esperando, se pueden alcanzar temperaturas de hasta 10 grados centígrados más adentro del carro en comparación con la temperatura ambiente. Es muy peligroso”, subraya.

Si es indispensable salir al exterior en las horas directas de sol, debemos incluir en nuestra vestimenta ropa ligera (si es posible mangas largas), sombrero y lentes de sol, además de usar bloqueador para protegernos de manera adecuada.

Y como última prevención:

“Debemos tomar medidas preventivas con los alimentos que consumimos. Por las temperaturas que tenemos actualmente es más fácil que si no se consumen frescos estos se descompongan más rápido. Hay que cuidar mucho dónde comemos; es mejor preparar nuestros alimentos en casa y evitar el consumo en la calle. Hay que enfatizar el lavado de manos antes y después de ir al baño. Y acudir a hacernos una revisión periódica para que tengamos certeza sobre problemas con nuestra glucosa.”

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*  Tomada de Gaceta UNAM. Publicada con fines no lucrativos. Si usted está interesado en estos temas, visite el sitio: Una buena hidratación, clave para evitar el golpe de calor