Sobre sus Lomos, Todo el Peso del FIC
Casi las 12 de la noche, de la penumbra brotan como una manada, se acercan a un enorme camión y comienzan a descargar 37 toneladas. Su faena es muy organizada, parecen hormiguitas, de brazo en brazo, uno tras otro pasan las pesadas barras de metal que servirán para instalar el principal escenario del Festival Cervantino.
De una bocina surge la cancioncita que dice “ en los años 1600, cuando el tirano llegó..”, es una descarga de ritmo y sabor que inunda a la explanada de La Alhóndiga de Granaditas y llena de mayor entusiasmo al grupo de hombres forjados por el trabajo fuerte, esos que no se rinden casi ante nada; por supuesto que además de la música, abundan los albures, el juego de palabras que esconde un doble sentido y que todos festejan con una carcajada.
“A traste huele”, responde “El Chilango” a las bromas que sobre él se hacen; aparenta tener unos 55 años, es flaco y de mediana estatura, parece ser el más hábil en el manejo del lenguaje porque habla con picardía al mismo tiempo que carga sobre su lomo algunas barras de metal y las acomoda cuidadosamente en el suelo. Al igual que él, Simón, Goyo , «Roco» y los demás, participan en la que no es una simple jornada laboral, sino auténtica fiesta.
Pasan los minutos, y la música sigue, ahora se oye : “murga pa’qui, murga pa´llá, esta es la murga de Panamá.., y “Los Lobos” continúan su faena: aligerar la carga del monstruo de 9 ejes, estacionado en la explanada del histórico edificio; no hay descanso para ellos, y casi al llegar el nuevo día, el enorme camión queda vacío. Pero la faena apenas comienza y concluirá después del 29 de octubre, fecha en que para el público concluye el Festival Internacional Cervantino; para ellos terminará varios días después, porque sobre sus lomos recaerá todo el peso del FIC.
Toneladas y más toneladas de carga soportarán estos hombres forjados en la rudeza del esfuerzo físico; a ellos, por cierto, no les gusta que les digan “héroes anónimos”, prefieren llamarse, “Los Lobos”, porque como las bestias salvajes, atacan en manada, siempre cobijados por la noche.
