Desde el Faro

SONORA QUERIDA

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A lo lejos apenas se oye algo muy nostálgico : “extraño tu suelo y cifro mi anhelo por volverte a ver..”, es la voz de don Juan, el de La Sauceda, que recorre las calles de Guanajuato con un micrófono y una bocina; se detiene, para sentarse casi frente al Teatro Juárez, no le importa estar junto a un depósito de basura, sigue cantando eso que seguramente le llega al corazón.

Tal vez recuerda algún amor de juventud cuando dice: “tus lindas mujeres, encienden quereres, son hembras de amor, tienen negros ojos y labios tan rojos, que son un primor”, o tal vez , como le sucedió al autor de la canción, a él le pasó lo mismo, sintió nostalgia por su patria, al cantar : “ Nogales frontera, por donde quisiera, a mí pueblo volver, frontera querida, yo diera mi vida, por volverte a ver..”

La canción termina, y al preguntarle si él, como muchos campesinos mexicanos, se fue de “bracero” y recordó con tristeza a su familia; respondió con un silencio profundo, clavó su mirada a lo lejos y dijo: “es una canción bonita, me gusta mucho cantarla”. Respetamos su reserva, no supimos si durante su juventud fue trabajador agrícola en los Estados Unidos, pero sí sentimos que “Sonora Querida”, por la forma en que la interpreta, le mueve el alma. Luego, el campesino que hace 2 años dejó el cultivo de maíz y frijol para cantar en las calles, se levantó y continuó su peregrinaje.

“Sonora Querida” la ha cantado varias veces, forma parte de su repertorio; solo es coincidencia con el hecho de que la entidad norteña es invitada de honor al Festival Cervantino.