Redacción
Guanajuato, Gto., 21 de febrero de 2010. La Universidad de Guanajuato celebró este sábado 20 de febrero el aniversario número 57 de la primera representación de los Entremeses de Cervantes (obviamente con la puesta en escena de dichas obras). Un suceso que desde luego ha calado profundamente en el inconsciente colectivo de Guanajuato, y que ha generado igualmente una proximidad muy estrecha entre la ciudad capital y el magín literario cervantino, y en especial con don Quijote. Con ese motivo a la vista, viene bien recordar, precisamente, el carácter cervantino de Guanajuato, que el último libro del Museo Iconográfico del Quijote, Cervantes en Guanajuato / Coloquio Cervantino Internacional / Guanajuato / 2009 ha condensado con puntualidad.
Allí se lee que esa filiación se originó quizá desde el siglo XVII (cuando El Quijote vio la luz del mundo). No es difícil pensar que ejemplares del libro sobre el caballero andante, embarcados en “la flota cervantina” con rumbo a la Nueva España, llegaron a expenderse en esta ciudad, dada su importancia como centro minero, ni que los haya adquirido más de algún guanajuatense ilustrado.
Luego sitúa a varios nativos de Guanajuato en la órbita de Cervantes. Ignacio Montes de Oca (Guanajuato, 1840-Nueva York, 1921), quien acudió a Madrid en 1905 para dictar una conferencia en el marco del III Centenario de publicación de la novela sobre el Caballero de la Triste Figura; el historiador Luis González Obregón (Guanajuato, 1865-Ciudad de México, 1938) quien dedicó uno de sus estudios al arribo de los primeros ejemplares de El Quijote a México; y, finalmente, José Rojas Garcidueñas (Salamanca, 1912-Ciudad de México, 1981), autor del formidable volumen: Presencias de don Quijote en las Artes de México.
Mediado el siglo XX, se lee en el mismo libro, en la ciudad de Guanajuato nació en 1948 el Teatro Universitario dirigido por Enrique Ruelas, la agrupación que representaría por primera ocasión, el 20 de febrero de 1953, tres de los Entremeses de Cervantes. Montajes que a partir de ese momento se escenifican en la Plazuela de San Roque, donde ya constituyen una tradición. La obra consta de un Prólogo, tres Entremeses de Cervantes: “La guarda cuidadosa”, “Los habladores” y “El Retablo de las Maravillas”, así como de un Prólogo y un Epílogo, que incluye la aparición de Cervantes en el escenario. Es ésta una tradición escénica, por cierto, de la que nació el Festival Internacional Cervantino en 1972 (cuando la representación llegó a su vigésimo aniversario) mediante decreto presidencial.
Ya con esa historia en marcha, Guanajuato apuntaló su carácter cervantista con las iniciativas de don Eulalio Ferrer Rodríguez (1920-2009). Empresario de la publicidad, intelectual y mecenas, quien fundó el Museo Iconográfico del Quijote (en 1987), único en el mundo dedicado totalmente a la iconografía del ingenioso hidalgo; además de instituir el Coloquio Cervantino Internacional (también en 1987) y de establecer el Centro de Estudios Cervantinos (2003) con su Biblioteca especializada y un Banco de Imágenes Quijotescas, entre muchas otras iniciativas.
Junto a esos hechos, el libro del Museo Iconográfico del Quijote subraya también la adhesión de los guanajuatenses a Cervantes y su obra cumbre, quienes “lo han integrado a sus rutinas hasta convertirlo en parte de su identidad”. Y cita como ejemplos de ello, la escultura que se localiza afuera del susodicho Museo, las piezas ecuestres de don Quijote y Sancho en la Plazuela de Cervantes, la enorme alegoría tridimensional en la glorieta de Pozuelos y la Plazuela de don Quijote, inaugurada en 2005, a un costado del Templo de San Diego, donde se exhibe una vigorosa escultura de Santiago de Santiago.
Por último, allí se apunta que durante la conmemoración del IV Centenario de publicación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (en 2005), esta ciudad-capital añadió otro título en reconocimiento a su devoción cervantista: recibió la designación de “Capital Cervantina de América” otorgada por el Centro UNESCO Castilla-La Mancha, con sede en Toledo, España. Y aún ese mismo año el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, España, distinguió a la capital guanajuatense como “Cuna Iberoamericana de Cervantes”.
Guanajuato es ya, como se ve, “una ciudad no española donde se cultiva de forma permanente la proximidad con Miguel de Cervantes, figura cimera de la literatura”. Filiación e identidad en la que ha desempeñado un papel por demás notable la Universidad de Guanajuato, cuyo Teatro Universitario merece una felicitación por el cumplimiento de sus 57 años de representación de los Entremeses cervantinos, primero bajo la dirección de Enrique Ruelas, y desde 1990 a cargo de Eugenio Trueba Olivares (miembro fundador del Teatro Universitario, reconocido jurista, literato, dramaturgo guanajuatense, ex director de la Escuela de Derecho de la Universidad de Guanajuato y ex Rector de la misma).