Yunuen Alvarado Rodríguez
Ante el panorama de evolución tecnológica y científica de la Revolución Industrial, la reacción de incertidumbre y desasosiego del mundo se refleja en el arte. El mundo temía por su futuro ante la mecanización del trabajo manual, la producción en serie y las nuevas tecnologías en los medios de transporte. Asimismo, la filosofía racionalista (cartesiana sobre todo) que imperaba en esa época optaba por el progreso, por la evolución, por la ciencia y dejaba de lado casi por completo la emotividad humana.
Un caso reaccionario claro ante esta supuesta lucidez y claridad racional, es la poesía del escritor William Blake; “es el primer poeta moderno porque se dio cuenta de los efectos opresores del racionalismo y el cientificismo indiscriminados” (Luis Racionero, p. 25). Por esta razón, su poesía expone la liberación mental sin separarla en ningún momento de la social.
William Blake nace en Londres, Inglaterra, el 28 de noviembre de 1757 y muere el 12 de agosto de 1827. Durante el transcurso de sus estudios, sus padres fueron quienes lo apoyaron de manera incondicional sobre todo en lo que se refiere a su carrera en las artes plásticas como grabador. Estudió primeramente con James Basire y posteriormente en la Royal Academy.
Blake enfrentó varias veces al presidente de la Royal Academy, Joshua Reynolds por defender el arte renacentista y mostrarse en contra del arte de moda. Igualmente, desde pequeño tuvo una visión poco convencional de la Biblia, acompañada de visiones sobrenaturales que le acompañaron el resto de su vida. Además, Blake defendía la Revolución Francesa, simpatizaba con las causas de las colonias norteamericanas, despreciaba la discriminación sexual y estaba radicalmente contra la esclavitud.
En su poesía, Blake parte del concepto básico de la imaginación: la capacidad que el hombre experimenta creando, inventando conceptos e imágenes. Y lo opone al racionalismo, que consiste sólo en relacionar conceptos ya dados.
La imaginación es distinta entonces de la razón, pues permite al hombre escapar de la simplicidad racional, de la maquinización a nivel tecnológico, pero también escapar a nivel mental de la revolución industrial y el racionalismo cartesiano que viene a imponerse cada vez con más fuerza.
“Para los románticos había dos fuentes que atacar en la organización social nacida de la Revolución Industrial: por un lado el capitalismo, que era la explotación material del hombre por el hombre; y por otro el racionalismo, que era la opresión mental de hombre por el hombre. En este sentido hay que entender a Blake cuando decía: ‘Debo crear un sistema o ser esclavizado por el de otro hombre. No me interesa razonar y comparar, lo mío es crear’” (Luis Racionero, p. 28).
Blake asume que la imaginación es la que permite abrir los cinco sentidos, más allá de las simples percepciones, permite no sólo ver con los ojos sino a través de los ojos; la imaginación es la parte creativa del cuerpo: “Es más fácil pensar racionalmente que imaginar, porque razonar es repetir mientras que imaginar es crear” (Luis Racionero, p. 31); “Razonando se da la vuelta la mundo en ochenta días, imaginando se da la vuelta al día en ochenta mundos” (Luis Racionero, p. 32).
Para Blake, lo importante no radica en conocer el mundo como es sino como podría ser; de ahí lo importante de apartarse de los límites del racionalismo y conseguir nuevas percepciones y conceptos mediante la imaginación. Por eso se dice que la poesía de Blake está elaborada mediante un espejo distorsionado, habla de la realidad que él crea en su mente, no de la que se refleja y describe mediante el clásico proceso de mímesis aristotélico, que tenía como regla primordial representar la realidad tal cual era vista por el poeta.
“La cosmología de Blake es una visión revolucionaria de universo transformado a semejanza humana por la imaginación creativa. No una visón de cómo están ordenadas las cosas, sino de las cosas tal cómo podrían estar ordenadas. No una libertad dentro del orden, sino el mínimo orden de la libertad” (Luis Racionero, p. 32).
Blake se manifiesta abiertamente ante cualquier tipo o intento de controlar las posibilidades de creación. En su poemario ilustrado El matrimonio del cielo y el infierno, se nota sin esfuerzo cuál es su postura ante la regulación racional, científica y religiosa, sobre todo en el fragmento titulado “Proverbios del Infierno”, algunos de los cuales se citan a continuación:
En tiempos de siembra aprende, en tiempos de cosecha enseña
y en el invierno goza.
Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.
La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la incapacidad.
Quien desea y no actúa engendra la plaga.
El gusano perdona al arado que lo corta.
Sumergid en el río a quien ama el agua.
El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
Aquel cuyo rostro no irradia luz nunca será estrella.
La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo.
A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.
Las horas de la locura las mide el reloj,
pero ningún reloj puede medir las horas de la sabiduría.
Blake se halla completamente convencido de la existencia del bien y del mal. De hecho, para él, igual que para el filósofo griego Heráclito, la lucha de contrarios es el origen de todas las cosas, el origen del mundo. Por lo tanto, el matrimonio de cielo y el infierno no podía representar otra cosa más que la visión particular de ese origen que tras la lucha de contrarios se origina en la mente de Blake.
Sus reacciones ante el temor a la maquinización del hombre y la producción en serie, no sólo de mercancía sino de pensamientos, conduce a una serie inmensa de reflexiones que nunca está de más tener en cuenta. Éstas no sólo fueron producto de uno de los poetas más representativos del romanticismo, sino que también son parte de una completa y elaborada filosofía de vida comprometida con sus ideales.
Bibliografía
Racionero, Luis, Filosofía del Underground, Anagrama, Buenos Aires, 2002.
http://www.scribd.com/doc/6127689/El-Matrimonio-Del-Cielo-y-El-Infierno-William-Blake
http://amediavoz.com/blake.htm
www.biografiasyvidas.com/biografia/b/blake.htm