Carmen Pizano
Dolores Hidalgo, Gto. 16 de septiembre de 2010.- Alrededor de 15 mil personas acompañaron al presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, a dar el tradicional Grito en Dolores Hidalgo.
A pesar de que este año el Grito se cambió para las 7 de la mañana de este 16 de septiembre, no fue impedimento para que miles de personas amanecieran celebrando los 200 años del inicio de la lucha independentista.
Desde las 9 de la noche el jardín principal y las calles aledañas al atrio de la Parroquia de Dolores Hidalgo, fueron abarrotadas por las personas que querían presenciar el Grito en voz de Calderón.
A las 11 de la noche, a través de pantallas instaladas a los costados de la Parroquia, se transmitió en vivo el Grito de Independencia que dio el presidente Calderón desde el Zócalo de la Ciudad de México.
Desde el atrio de la Parroquia de Dolores, desfilaron funcionarios estatales y diputados locales, para presenciar la ceremonia de Calderón desde Palacio Nacional, al término de “Viva el Bicentenario” los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo de Dolores Hidalgo”.
Grupos locales comenzaron a animar a la gente con música tradicional mexicana, para luego dar lugar al espectáculo de la Sonora Santanera y la Banda el Recodo hasta las 3:30 de la mañana, hora en que a petición del Estado Mayor Presidencial terminó el espectáculo, para que comenzaran los trabajos de limpieza para que a la llegada de Calderón la ciudad luciera limpia.
Bajo un fuerte operativo de seguridad, minutos antes de las 7 de la mañana llegó Felipe Calderón a la ciudad y acompañado del gobernador Juan Manuel Oliva arribaron a la casa de Hidalgo para rendir guardia de honor y ofrecer una ofrenda floral al Padre de la Patria.
En punto de las 7:19, el presidente Calderón repicó las campanas y leyó la convocatoria lanzada por el Padre de la Patria hace 200 años en el mismo lugar.
Felipe Calderón se retiró del atrio de la Parroquia a las 7:28 de la mañana mientras se escuchaban algunas de las canciones más emblemáticas de José Alfredo Jiménez.
Gracias a la ley seca, en las calles del centro de Dolores fueron pocas las personas que se dejaron ver en estado de ebriedad.
