La imagen de la Poesía

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Carlos Olvera

Guanajuato, Gto.,9 de septiembre de 2010.- La manera de expresarse la aprendió en el seno familiar y la depuró recorriendo el mundo y aplicando su leguaje de colores y formas, algo así como “la imagen de la poesía”.  Así define  Gonzalo Basulto Ordoñez, su método de comunicarse con la gente.

Lo mismo aprendió nuevas fórmulas de ese lenguaje plástico en  España, Francia o Estados Unidos  donde radicó algún tiempo, y posteriormente,  se vieron reflejadas en técnica y ejecución.

Basulto nació en Culiacán, Sinaloa, y ha vivido en las ciudades de Guadalajara, Mérida, Monterrey, León y desde hace un año radica en Guanajuato capital, lo que le  permite abstraerse para entrar en comunión con el lápiz y el pincel.

Este viernes, sábado y domingo, Basulto Ordoñez entrará en comunicación con la gente en la plaza Cervantes, en la capital del estado, donde expondrá  su nueva producción, con imágenes de la sierra y la ciudad.

Nació y le tocó crecer en una familia donde su padre y su hermano ya tenían desarrollado el gusto por la pintura y fue, por decirlo de algún modo, “algo natural” el que buscara aprender a expresarse a través de los colores y las formas, pues nunca faltaron en su casa los lápices y los colores.

“Esa realidad que me llega a través de las imágenes, ha sido fácil transformarlas en formas coloridas, de luces y sombras; después llegó la poesía en las cosas que me decían, que miraba y que reinterpretaba en mis dibujos que son eso, poesías hechas color y hechas forma”, dice Basulto.

Hace 10 años,   empezó formalmente con la acuarela y la tinta sobre papel algodón; los temas eran distintos, como él lo reconoce. “Era soltero y en los cuadros hay un inmenso contenido erótico o femenino, hay una búsqueda, un tratar de entender a las chavas y chavos de aquel tiempo”, comenta.

Ahora ya casado, viviendo en una ciudad diferente, mira las cosas desde otra óptica. Como ingeniero civil, la maestría en Administración de empresas y sus estudios en economía, en lugar de alejarlo de la pintura, fueron complemento.

En la ciudad de Guanajuato se ha dado tiempo de disfrutar la arquitectura de noche y de día y siempre descubre algunos rincones mágicos con atmosfera bizarra, difícil de percibir por el transeúnte común, según señala.

Aquí los cuevanenses también son motivo de sus cuadros. Desde vendedores de paletas, la gente en el mercado, los vendedores ambulantes, estudiantes y caminantes en general posan para los estudios que más tarde se llenarán de color y vida propia.

La técnica se ha depurado y es más formal, ya no es tanto la acuarela sino el acrílico y es lo que mostrará en la exposición en la plaza Cervantes en Guanajuato capital, cuya exposición se inaugura a las cinco de la tarde de este viernes.