Además de momias hay serpientes de cascabel

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Carlos Olvera

Guanajuato, Gto. 17 de octubre de 2010.- A un kilómetro de la comunidad de Llanos de Santa Ana, por el camino a Cristo Rey, en la capital del estado, está “El Mezquite”,  un rancho campirano que contrasta con la imagen del rancho tradicional donde se crían vacas, cerdos,  borregos, chivos, gallinas o conejos. Ahí se crían serpientes de cascabel.

Tan sólo en este año, de manera natural, 19 nuevos reptiles vieron la luz del día y se vienen a sumar a 60 que han capturado y criado en el lugar, en total tienen 79; pero se tiene pensado en llegar a tener 3 mil víboras, para poder explotarlas periódicamente con una producción calculada.

Andrés Hernández Quintana, quien cría las serpientes apoyado por su familia, señala que “hay grandes posibilidades dentro de la inseminación artificial para que se pueda programar la reproducción de los reptiles”. Esa actividad es muy rentable, asegura.

De  hecho, afirma  que todo lo que la serpiente produce tiene demanda en el mercado  y con el fin de colocar esos productos como son la carne, la piel, el veneno, los colmillos están tramitando los permisos ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para lo que se denomina una unidad de manejo.

Esta sería, según dice, la primera que se tramita a nivel nacional en cuanto a víboras de cascabel,  “es un permiso que la Semarnat extiende en caso de especies en extinción, de esta manera no tendríamos ningún  problema para la explotación”, argumenta.

“Por el momento estamos solventando algunas observaciones que nos hicieron, estamos en proceso, esperamos que en este año obtengamos el permiso”, añade.

Hace unos días se reunieron un biólogo de la UNAM y gente del Centro de Investigación y Asistencia Tecnológica del Estado de Guanajuato (Ciateg), para hacer gestión y darle a la piel el proceso de curtido.

“Vamos a tener dos cursos de capacitación en marroquinería para elaborar bolsas, carteras y punteras o taloneras para las botas; la idea no es ser simples proveedores en materia prima sino darle el valor agregado y cerrar todo el proceso de elaboración”, añade.

Recuerda que hace años cuando estaban haciendo trabajos de conservación de agua y suelo en la comunidad de Llanos de Santa Ana, cercaron un área donde los reptiles decidieron juntarse y en un año mataron 14 víboras en menos de una hectárea.

“Eso nos preocupó porque sabemos que tenemos que enseñarnos a convivir con la naturaleza y con las víboras como parte de ella, así es que empezamos a agarrarlas en un vivero que tenemos en la zona y les hicimos su corral”.

Hace 2 años que empezaron a nacer ahí  y entraron en contacto con un biólogo de la UNAM y una bióloga de la Universidad de Guanajuato “para empezar a alimentar a las viboritas de cascabel recién nacidas”.

El proyecto del criadero de las víboras tiene 4 años, pero desde hace 11 están trabajando en un proyecto integral, en el que se siembran árboles y se hacen obras de conservación de agua y suelo; además tienen el proyecto productivo de árboles ornamentales.