Presencia de “El Quijote” en el imaginario popular

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Entrevista con Anthony Close

Carlos Olvera

Guanajuato, Gto. 23 de enero de 2011.- El Quijote como símbolo popular, la visualización pictórica de Don Quijote y Sancho en la cultura de masas, la comercialización de que ha sido objeto el famoso Caballero de la Mancha creado por Miguel de Cervantes, son algunos de los temas que abordó el catedrático Anthony Close. Nacido el 12 de febrero de 1937, Doctor por el Trinity College de Dublín y profesor de español de la Universidad de Cambridge, es considerado uno de los más reputados especialistas en Cervantes y en el Siglo de Oro, gracias a sus contribuciones mediante varios libros y medio centenar de artículos de Cervantes y su obra.

El cervantista Anthony Close (1937-2010) en Guanajuato

Tan reconocido cervantista, convocado a participar en la edición pasada del Coloquio Cervantino Internacional, lamentablemente, murió a causa de un infarto dos meses antes, el 17 de septiembre de 2010. Sin embargo, su pensamiento, sus referencias en torno a Cervantes y al inmortal personaje manchego, que fueron su objeto de estudio durante toda la vida, se hallan presentes en esta entrevista, que concedió en su última estancia en Guanajuato.

Si tuviéramos que expresar algunas razones para no dejar en el olvido a Cervantes y su personaje más famoso, ¿cuáles nos daría usted?

Es un monumento literario que sigue siendo y ha sido fuente de inspiración para los novelistas desde el siglo XVII, hasta las novelas de la última vanguardia, las de Carlos Fuentes, García Márquez, el checo Milán Kundera, el británico Salman Rushdie y un prolongado etcétera.

Si los mismos novelistas, los más relevantes de ellos, consideran que El Quijote es un libro que merece leerse, entonces ¿quiénes somos nosotros para llevarles la contraria? Esto lo digo medio en broma, pero la respuesta más seria sería que es un reconocimiento del valor literario del Quijote y mientras se estime que las cosas que tienen valor literario y artístico se sigan leyendo, El Quijote se seguirá leyendo, si el hombre moderno volviera a la barbarie entonces El Quijote no tendría porvenir.

Podría decirse que los personajes del Quijote se han convertido en un símbolo popular, incluso, en ocasiones se utiliza como calificativo para describir algunas personas o maneras de vivir, ¿qué es lo que ha provocado esto?

Es cierto que el famoso cuarteto, Don Quijote, Sancho, Rocinante y el Burro, se han convertido en íconos tan reconocibles por el hombre de la calle de casi cualquier país, como el Pato Donald, Adolfo Hitler, Marilyn Monroe, el presidente Clinton y Charles Chaplin, entre otros. ¿A qué se debe esto? Primero, la manera en que Cervantes retrata a la famosa pareja en su novela, se funda en una muy precisa visualización pictórica y esto se presta, se ha prestado, desde el principio a la representación pictórica de los dos héroes cervantinos, proceso que empieza desde el año de la misma publicación del Quijote: los personajes de Don Quijote, aparecen en procesiones y en fiestas populares como figuras públicas en España, en los primeros decenios del siglo XVII, son temas de cuadros.

Todo el mundo tiene en la retina mental el famoso dibujo de Picasso, y este es uno entre centenares de ejemplos que podrían darse.

Este proceso de visualización, por parte de Cervantes, luego traducido a grabados, cuadros, películas, etcétera, ha facilitado la transmisión de los dos personajes cervantinos al imaginario popular, como usted bien dice, el hombre de la calle tal vez no haya leído ni una sola página del Quijote, y sin embargo reconoce a la famosa pareja.

No se limita a los objetos que pertenecen a la cultura de elite sino también se da esta transcripción de la visualización pictórica de Don Quijote y Sancho en la cultura de masas, don Quijote y Sancho y escenas quijotescas aparecen en envoltorios de salchichas y quesos; en todo tipo de carteles publicitarios.

Se ha vuelto un negocio…?

Sí.

Esto de alguna manera garantiza la permanencia del Quijote como imagen, pero no garantiza la lectura…

En absoluto, pero como le comenté la lectura del Quijote sigue viva y coleando por un cauce o carril distinto. No ha dejado de ser leído por los lectores cultos —y subrayo cultos—, porque durante el siglo XVIII en Inglaterra primero y en Francia después, El Quijote fue tan conocido para el hombre de la calle como la Biblia o las obras de Shakespeare, y tenía una vigencia y una aceptación parecida en los siglos XVIII y XIX en muchos países de Europa, siglos en los que no había televisión ni ordenadores y los hombres leían más.

Lo que vengo diciendo es que El Quijote ya se restringe a un público más limitado y si se quiere más selecto y sin embargo ese público es muy amplio y numeroso y no va a desaparecer tan pronto.

¿Esta comercialización de que ha sido objeto el máximo símbolo de la obra de Cervantes, no contamina esta situación, y evita que los lectores se acerquen a conocer al verdadero Quijote?

A mi entender, no contamina la vigencia del Quijote como objeto de lectura para cierta clase de lectores, porque esos lectores pertenecen a un sector distinto al consumidor del quijote comercializado.

Siendo el Quijote alguien tan famoso, le permitirá a su autor Miguel de Cervantes, permanecer también vigente…

Desde el momento en que el público, los críticos literarios, la Universidad, la Academia y el público en general, empezaron a interesarse seriamente por El Quijote, es decir, a considerarlo montado sobre el pedestal propio de un clásico literario, desde ese momento, el público se ha interesado siempre por la vida del autor.

Las dos cosas van íntimamente aparejadas. En primer lugar porque la vida de Cervantes está llena de avatares dramáticos y aunque contenga varios huecos, que hacen muy difícil su reconstrucción hoy en día, sin embargo, sigue fascinando con pleno derecho a cualquier lector de sus obras.

En segundo lugar, Cervantes es un narrador que interviene, que se proyecta de manera muy acusada en El Quijote y cualquiera que vea las páginas del Quijote no puede por menos, tener que afrontar la presencia del autor y al final de la lectura de la novela esta presencia se le ha vuelto al lector casi tan familiar como cualquiera de los personajes y esto suscita el interés por la vida del autor.