Carmen Pizano
Guanajuato, Gto. 24 de mayo de 2011.- México necesita un cambio profundo para resolver los problemas y así impulsar el desarrollo económico, generar empleos y que haya verdaderamente bienestar, pero para poder lograr el cambio se requiere de la participación ciudadana, comentó el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Mencionó que más allá de los partidos políticos, el cambio que reclama México tiene que impulsarse desde los propios ciudadanos.
En su visita a la capital del Estado para presentar en el Edificio Central de la Universidad de Guanajuato, su libro Sobre mis pasos, apuntó que lo primero es que la sociedad mexicana tome conciencia de los problemas que azotan al país.
“Tienen que participar aquellos ciudadanos que no precisamente estén encuadrados en un partido político, así es como se forman las mayorías políticas, tiene que ser un esfuerzo colectivo muy amplio que pueda generarse en todo el país, simplemente doy ideas, solo falta quién las tome”, apuntó.
Cárdenas mencionó que si lo que se busca es un cambio profundo político, social y cultural, tiene que ser empujado por todos, incluso los que están involucrados en los partidos políticos.
“El país no está fatalmente destinado a vivir esta situación de deterioro social, estancamiento económico, incertidumbre, violencia creciente en la que estamos desde hace varios años, es posible instrumentar una modelo de desarrollo que se ha impuesto en el país”, señaló Cuauhtémoc Cárdenas.
Además el ex candidato a la presidencia de la República señaló que el PRD en Guanajuato debe trabajar mucho para poder recuperar a sus seguidores en la entidad. “Lo que tiene que hacer el PRD donde ha tenido una baja votación como lo indicó el 2009 es ponerse a trabajar para fortalecer sus bases ciudadanas, es un trabajo lento, espero que lo hagan aquí y se tiene que realizar con el apoyo de la dirección nacional”.
En el libro Sobre mis pasos, Cárdenas habla desde su vida de estudiante en los años cincuenta, el camino recorrido en busca del gobierno de Michoacán, la matanza estudiantil de 1968 y por supuesto plasma cómo vivió las elecciones de 1988 cuando le arrebatan la presidencia de la República.
