Candil de la Calle

Un candidato

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Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.

Edmund Burke

Gustavo Madero, presidente del CEN del PAN (Foto: Especial)

En San Miguel de Allende, los tres aspirantes, tres, de entre los cuales saldrá el próximo domingo 5 de febrero el candidato del Partido Acción Nacional para gobernador de Guanajuato, fueron llamados y acudieron ante el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, Gustavo Madero.

En el hotel de súper lujo donde organizaron su encerrona para definir una agenda que en unos minutos les fue definida por el presidente Felipe Calderón en una cena del lunes por la noche, los senadores del PAN recibieron a Madero y luego éste recibió a los aspirantes, con quienes se dirigió a otra sede para sostener el encuentro de la concordia.

(Un hotel de categoría especial, de la altura de miras suficiente para recibir a los senadores; claro, como ocurrió en el Camino Real de Guanajuato con los del PRI la semana anterior. Con cargo al erario, ¿pues qué se pensaba?).

Esto dijo el presidente del PAN antes de ir al encuentro con Ricardo Torres Origel (senador), José Ángel Córdova Villalobos (ex secretario de Salud federal) y Miguel Márquez Márquez (ex secretario de Desarrollo Social y Humano). Así, breve, sobre las expectativas del encuentro:

“Básicamente el buscar el cerrar ya esta última fase con un buen ánimo, un buen ambiente; es una contienda entre correligionarios, con respeto, y buscar que el ganador sea incluyente y generoso y los otros sean también respetuosos del resultado…”.

Ajá.

José Ángel Córdova y Ricardo Torres Origel se quejaron porque creen que no hay suficientes centros de votación para todos los panistas en la distribución del mapa estatal. Pidieron que, así como se ha llamado a los aspirantes a la candidatura presidencial, cuyo designio ocurrirá también el domingo 5 de febrero, a que no auspicien u organicen movilizaciones masivas de electores o acarreos, que tampoco suceda en el caso de los precandidatos en Guanajuato.

Llegó con rostro serio el doctor Córdova Villalobos. Algunos reporteros enviados desde el Distrito Federal le preguntaron sobre la influenza, el tema A H1N1.

Habló, aunque seguramente con la cabeza llena con humareda de otros fuegos.

Porque muchas y muy variadas son las acusaciones que, en todos los tonos, colores y medidas, ha lanzado Córdova a lo largo de su precampaña, petardos dirigidos al “delfín”, al “candidato oficial”, al “ungido” que hace campaña con apoyos oficiales del gobierno estatal, con funcionarios estatales y municipales que dedican tiempo y recursos laborales para echarle la mano, que reparte apoyos, que condiciona el empleo por el voto, que es respaldado incluso con la espada de Damocles desde el Ejecutivo estatal para que los correligionarios en la nómina se disciplinen ya-saben-por-quién.

Similares, aunque en menor grado de intensidad, fueron los señalamientos del senador Ricardo Torres Origel, quien se dijo el único de los tres que no tiene un apoyo de palacio (de la Presa o del Nacional).

Miguel Márquez optó por desestimar estas estrategias y se desplazó confiado en el control de la estructura estatal, en el respaldo del gobernador y en lo que dice que puede ofrecer.

Dicen los oficiales de la Comisión de Elecciones —el doctor Juan Alcocer que después de algunas semanas entendió que estaba ocupando tiempos de su encargo en el gobierno para atender los temas del partido y pidió licencia temporal— que Córdova nunca ha formalizado una sola acusación.

Que la guerra entre los aspirantes fue “de papel, en los medios”.

Veremos si la beligerancia de Córdova Villalobos le valdrá ante el panismo que vote el domingo. Veremos si le valdrá a Torres Origel su posición dentro del conservadurismo fuertemente incrustado en el PAN y su imagen de “candidato por la vía libre”. Veremos si le convino a Márquez ser cubierto con la sombra del oficialismo olivista, tan depauperada en los últimos meses y en vías de extinción.

Veremos si la guerra termina en el papel.

*

Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.