Dulce Recuerdo en el Museo de las Momias

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Lorena Rodríguez

Guanajuato, Gto. 08 de mayo de 2012.- Con el fin de promover la tradición y la cultura, el Museo de las Momias de Guanajuato fue sede por primera vez de una exposición de un artista invitado. Mabel Gallo, estudiante de la licenciatura de Artes Plásticas de la Universidad de Guanajuato presentó una escultura de charamusca de tamaño natural, y una intervención a las momias, proyecto que denominó Dulce Recuerdo.

El alcalde toma un trozo de la charamusca escultura.

El pasado 3 de mayo, el alcalde de la ciudad, Edgar Castro Cerrillo, y el director del museo, Juan Carlos Ruiz Santoscoy, inauguraron la exposición de la artista guanajuatense. Un proyecto doble que consiste en una escultura efímera y la intervención de 7 momias del museo. Mabel Gallo presentó Dulce Recuerdo como primera exposición artística en ese emblemático museo de la ciudad.

Con casi 150 años de historia, el Museo de las Momias de Guanajuato se ha convertido en parte de nuestra propia cultura como muestra de la sensibilidad cuevanense a la muerte. El curador de la exposición, Rodrigo Rojas, habló acerca de la dulce dualidad que ofrece la tradición mexicana en torno a la muerte. Ya que hablar sobre la muerte es suficiente para estremecer a cualquiera, sin embargo en un pueblo como este la posición de la muerte no es periférica. Guanajuato, siendo una ciudad de herencia mestiza, mantiene vivos los rituales prehispánicos alrededor del día de muertos y todos los santos. Estos rituales son parte de la rica tradición alrededor de la muerte que se celebra en nuestro país.

Este marco de vivencias y tradiciones cercanas a los muertos es el panorama que inspira el trabajo de Mabel Gallo, la ironía y el juego se hacen presentes en un acto de canibalismo simbólico en el cual la artista presenta una escultura de tamaño natural, (con un molde hecho de su propio cuerpo) concebida de dulce con el procedimiento tradicional de las charamuscas guanajuatenses.

Mabel se momifica en azúcar y ofrece a todos los visitantes que la “coman”. El resultado es una charamusca gigante expuesta en la última sala del museo, que cuenta con varias pinzas para que cada persona pueda cortar un pedazo y ser parte de esta experiencia artística.

Como parte complementaria de la escultura, la artista guanajuatense intervino 7 momias con rebozos bordados con poemas y para finalizar envueltas en papel celofán, el resultado: momias hechas charamuscas. Así el proceso creativo se complementa a la perfección, primero ella se momifica simbólicamente a través del dulce, y al mismo tiempo convierte el cuerpo de las momias en símbolo cultural representándolas como un dulce tradicional.

El Museo de las Momias, que en las vacaciones pasadas rompió record de visitantes con 4 mil 500 visitas en un solo día, invita a todos a ser parte de esta nueva faceta artística que tiene como objetivo promover el trabajo de estudiantes y artistas del estado.