Guanajuato, Gto. 13 de noviembre de 2012.- La Escuela de Música de la Universidad de Guanajuato se encuentra descuidada y el responsable de que esto sea así es el director de la institución, Ignacio Alcocer Pulido, acusó la profesora Etna Ethel Diemecke Rodríguez.
La catedrática señaló que la falta de atención del director, quien está a punto de cumplir 12 años en el cargo, es tanto en la cuestión física de las instalaciones como en el ámbito de lo académico, y ha provocado que la institución se vaya en picada, “los techos se están cayendo, los pianos están desafinados y está en total abandono”.
Esa institución que en sus mejores tiempos aportó músicos talentosos como el tenor Javier Camarena, quien apenas hace un mes tuvo presentación en el Teatro Juárez en el marco del Festival Internacional Cervantino, y del compositor Edgar Barroso, quien confecciona música para películas, ahora padece de deserción escolar.
Diemecke Rodríguez aseguró que muchos de los estudiantes que antes se peleaban un lugar en la escuela de Música de la Universidad de Guanajuato ahora buscan otras instituciones para preparase, además de que quien se queda tiene que recurrir a clases “por fuera” porque los maestros, incondicionales del director, faltan mucho a la escuela.
“Lo único por lo que permanecen en la escuela es para tener el papelito (título escolar), entonces tienen que recurrir al apoyo externo, porque algunos de los profesores tampoco van y se han quejado en la propia dirección de que los maestros no les dan clases, pero no les hacen caso”, lamentó la maestra.
Inclusive, dijo que se han presentado casos de acoso personal y sexual, “de los que se ha enterado con oportunidad al director, pero no ha hecho nada”.
La Escuela de Música de la Universidad de Guanajuato acaba de estrenar instalaciones en un nuevo edificio y muchos de los estudiantes se han mudado para allá, pero en la vieja escuela se quedaron el grupo infantil, nivel medio superior y alumnos de propedéutico, “pero el problema de fondo continua”, advirtió.
Diemecke Rodríguez, quien es parte de una destacada familia de músicos, entre los que destacan sus padres Emilio Diemecke y Carmen de Diemecke, él chelista por muchos años en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y ella maestra de piano y fundadora de la sección infantil del mismo instrumento, en la escuela de Música de Guanajuato, señaló que ellos les enseñaron a sus ocho hijos lo que es la música.
Su hermano, Enrique Diemecke es director de las orquestas filarmónicas de Argentina; de Bogotá, Colombia; de Flint, Michigan y de Long Beach, California, “es un director han llevado el nombre de México muy en alto”, concluyó.
