Guanajuato, Gto. 19 de diciembre de 2012.- La unión entre personas del mismo sexo no debería causar ofensa a ninguna religión, pues se trata de un asunto de reconocimiento de derechos y obligaciones individuales, consideró la diputada Erika Arroyo Bello.
“Más allá de que nos guste o no, es algo que reconoció la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), es una situación que no debe limitarse a posturas personales o de creencias, es una ley que busca garantizar la equidad entre los ciudadanos”, apuntó la diputada.
La presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso sostuvo que no se trata de una cosa que tiene que ver con la moral, sino algo que tiene que ver con la igualdad entre los seres humanos, con la libertad, con responsabilidad y con la tolerancia.
Arroyo Bello dijo que respeta mucho la postura tanto del Obispo de Irapuato, José de Jesús Martínez Zepeda, como del Arzobispo de León José Guadalupe Martín Rábago, pero la Ley de Sociedades no está enfocada únicamente a ese tema, ya que es más amplia y además de derechos también contempla obligaciones.
Explicó que también observa el derecho a heredar y del derecho a recibir alimentos, entre otros que tienen que ver con la convivencia social en armonía.
La legisladora dijo que tendrá que trabajarse más en la difusión de otros puntos importantes que están contemplados en la ley y no nada más centrarse en el tema de la unión civil entre dos personas.
Cabe señalar que el editorial del semanario Gaudium, como las declaraciones del Obispo de Irapuato y el Arzobispo de León, coincidieron en la condena de la unión entre personas del mismo sexo y apelaron a la moral social para no permitir que este tipo de matrimonios se reconozcan en la entidad.
