La multitud por sí sola nunca llega a nada si no tiene un líder que la guíe.

Hermann Keyserling

Se acorta la distancia, las horas se hacen minutos, se oye cómo muchos se truenan los dedos… se desata la escalada de cambios en las delegaciones federales.

Los priístas se hacen justicia y hacen lo que enseñaron al panismo: la estructura de gobierno es para dar trabajo a los del partido.

No importa si son médicos cirujanos en cultura; o ingenieros industriales en educación; veterinarios en ecología o el-primo-de-un-amigo-de-mi-suegro en trabajo.

Todo cabe en una nómina… sabiéndolo afiliar.

El priísmo vuelve por sus fueros y por sus salarios caídos. Se recupera a paso vertiginoso, y deja tras de sí una pléyade caída en desgracia entre el panismo derrotado en la presidencial.

Algunos de ellos, claro, llegaron al gobierno de Guanajuato, de lo poco que quedó en pie para Acción Nacional después de julio.

Las delegaciones sí son muchas, y los compromisos también. Pero no alcanzarán para todos.

Lo que sí se sabe es que, como está ocurriendo en el caso de las dependencias federales, a los titulares o secretarios se les está dando la posibilidad de hacer sólo algunos nombramientos directos; es decir, entre sus gentes cercanas, su círculo, sus compromisos personales.

El resto llega desde Gobernación. Y pasó por Hacienda. Y por el PRI.

Todavía hace un par de semanas, esto se dejó en claro en una reunión efectuada en la sede nacional del partido. No valdrán propuestas que surjan del tricolor y no lleven el aval de Miguel Ángel Osorio y de Luis Videgaray, los hombres fuertes de EPN.

El nombre del agraciado debe llevar las tres palomitas. O no entrará.

Las listas son largas. Claro, hay delegaciones que se han convertido en la rifa del tigre, como las de la Procuraduría General de la República. Tantito por la bronca nacional que armó Calderón, y tantito por el desmantelamiento que de esta dependencia se encargó de hacer Marisela Morales.

Hay otras recomendaciones, otras sugerencias, otros compromisos. Pero la vía por la que se debe llegar es una.

En Guanajuato se esperan inminentes noticias, anuncios, presentaciones. Mucho desempleado, mucho activista de campaña… y mucha presunción, porque hay algunos líderes que se han volado la barda.

Cuentan en los pasillos del edificio priísta del Paseo de la Presa que al CEN del partido llegó el dirigente cenecista Gerardo Sánchez con larga cartita para los Reyes Magos. Decenas de nombres para apuntarlos en la fila de las delegaciones y sus principales cargos.

No hay que olvidar que el PRI tendría que dejar algunos espacios a su aliado electoral, el Partido Verde Ecologista. Ahí hay otra lista de espera que desespera.

Ex alcaldes, ex diputados, coordinadores de campaña… esperan noticias.

¿Los idóneos, los perfiles profesionales más aptos, los o las mejores?

Buena pregunta.