Literaria

¿El papel del habla está en juego?

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(Foto: Especial)

Últimamente nos encontramos ante formas cada vez más avanzadas y sofisticadas de comunicación digital, entre tabletas, computadoras, teléfonos móviles y a su vez múltiples aplicaciones para éstos que cada vez nos acercan más con diversas personas que se encuentran a distancias mayores, con un costo mínimo.

Esto sin lugar a dudas representa una gran ventaja ante la dificultad que anteriormente representaba la acción de la comunicación, sin embargo cada vez es mucho más frecuente el desarrollo de la comunicación escrita sobre la comunicación hablada; esto sucede en base a dos factores muy presentes, el primero es sin duda la economía, pues las formas de comunicación escrita son bastante económicas en comparación con las formas de comunicación hablada y por otra parte, la discreción y comodidad que representa comunicarse de manera escrita.

Este mecanismo de transmisión de información, permite realizar múltiples actividades a la vez, mientras además se mantienen conversaciones con varias personas casi al mismo tiempo.

La proliferación de mecanismos de comunicación escrita ha derivado en un cambio en la lengua escrita: los usuarios de mensajes en dispositivos móviles, redes sociales y diversas aplicaciones, cada vez pretenden usar menos caracteres para ahorrar tiempo y espacio, sin que la comunicación pierda su efectividad.

Este fenómeno sin duda es muy productivo, sin embargo es cada vez más fuerte y frecuente la presencia de la comunicación escrita incluso entre las personas más cercanas; el fenómeno que puede llegar a presentarse a consecuencia de esto, es por supuesto el deterioro de la comunicación hablada.

Podría decirse que a lo largo del día, el 90% del tiempo que se le invierte a la comunicación es por medios escritos y quizá sólo el 10% se traduce en una conversación vivencial.

No se trata de señalar a las múltiples formas de comunicación escrita como algo negativo que deba estigmatizarse, simplemente es un buen motivo de análisis y reflexión, pues lo que ocurre es un fenómeno tan cotidiano que podría pasar de pronto, que el ser humano poco a poco vaya perdiendo la necesidad de establecer la comunicación hablada y pasaría de forma tan paulatina y gradual que no nos daríamos cuenta.

Es conveniente preguntarnos qué está pasando con esa interacción persona a persona en la que no mediaba ningún tipo de aparato electrónico, si se ha ido perdiendo en consecuencia del ritmo de vida tan acelerado que la sociedad actual nos obliga a llevar, o simplemente ha sido una imposición de la evolución tecnológica a la que hemos cedido todos y cada uno de nosotros sin hacer el más mínimo cuestionamiento ya que resulta más sencillo expresarnos a distancia que cara a cara con nuestro interlocutores.

Aquí tenemos entonces un buen tema de reflexión que nos hará cuestionaros sobre lo que cada día adoptamos como una forma de vida cada vez más nuestra.