Literaria

Los beneficios de una buena lectura

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Mucho se habla hoy en día de la importancia que tiene el fomento a la lectura, pero raras veces nos informan las razones; como niños crecemos asumiendo y dando por hecho que la lectura es aburrida y se nos presenta como una actividad necesaria para cumplir un mero requisito de la escuela; sin embargo esta impresión surge en los niños porque desde que son pequeños no tienen inculcado el hábito de leer, por lo que el primer momento en que se enfrentan a la lectura es precisamente en la escuela, donde no pueden apreciarla como un medio más de recreación, sino como una imposición. En esto momento es donde surge el rechazo hacia los libros y por consecuencia un completo desinterés por la lectura como actividad cotidiana.

La importancia de la lectura como una actividad del día adía es que con ella no sólo se aprenden múltiples cosas casi incontables, también va marcando, forjando y definiendo nuestros intereses personales, la lectura se integra como un rasgo más de nuestro carácter, ya que incrementa nuestro léxico, tenemos más seguridad al hablar ya que podemos realizar sin temor diversas aportaciones de muchísimos temas, pues estamos continuamente encontrando mucha información capaz de relacionarnos con el mundo.

La que quizá sea la ventaja principal de la lectura, es sin duda que funciona como un excelente ejercicio mental, pues está científicamente comprobado que las personas que tienen regular actividad lectora tienen menos riesgos de padecer enfermedades de la memoria como el Alzheimer.

La lectura desarrolla la capacidad creativa de cada personalidad, pues a diferencia de la televisión, las imágenes sólo están descritas en palabras y es nuestro cerebro el que se encarga de elaborarlas en nuestra imaginación para poder darle sentido a las historias que leemos.

Pero mucha gente se pregunta ¿cuándo es la edad ideal para comenzar a leer?, ¿en qué momentos puedo dedicar mi tiempo a la lectura?, y ¿qué es lo primero que debería empezar a leer?

A quienes se preguntan esto, es importante que sepan que el momento preciso para comenzar a leer, es cuando ni siquiera podemos tener idea de qué cosa es la lectura.

El cerebro por sí sólo es una máquina lectora de todo lo que entra por sus sentidos, si un niño pequeño ve a sus padres con un libro en la mano y relaciona que su intención es comunicarse con él, su cerebro empezará a decodificar sonidos y a leer e interpretar imágenes y esto le empezará a dar ideas claras y conscientes de a lo que sus padres se refieren con la lectura y, posteriormente, él querrá hacer lo mismo.

Es importante que desde la primera infancia el pequeño esté en contacto con los libros así como lo está de la rutina de su casa, la higiene personal, etc., para que esta actividad se vaya formando a manera de un hábito y no sólo se rezague a la figura de una obligación impuesta.

Sobre el gusto literario, poco hay que decir, pues el mundo de los libros es infinito y abundarán opiniones sobre lo que es bueno o no leer, sin embargo, el primer paso es lograr acercarse a la lectura y posteriormente empezar a crear un gusto crítico, diversificando nuestras elecciones literarias y no estancándonos en un solo estilo de escritura.