Literaria

El ingenio atormentado de Nikolái Gógol

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Nicolai Gógol (Foto: Especial)

Con una nacionalidad confusa, pues es originario de la actual Ucrania, que en ese tiempo era una colonia rusa llamada Soróchintsy, Nikolái Gógol regaló al mundo múltiple textos realmente grandiosos, escritos primeramente en lengua rusa.

La confusión entre ser ruso pero vivir en Ucrania y tener procedencia polaca siempre impactó al escritor, haciéndole renegar de sus raíces polacas y utilizar sólo su primer apellido en todo momento, esto por parecerle un exceso de presunción ostentar un apellido que evidenciaría su relación con la realeza polaca.

Su formación fue primordialmente religiosa, cristiana ortodoxa, por influencia de su madre, religión que le haría cambiar el rumbo de su vida completamente y dejar inconclusa la que pudo haber sido su obra maestra de todos los tiempos.

Su primera novela, la cual también se considera como la primera novela moderna escrita en lengua rusa, se tituló Las almas muertas, la cual originalmente constaba de dos partes pero sólo se publicó la primera en el año de 1842; pocos años después Gógol decide    abandonar la literatura y dedicarse enteramente a la religión, por lo que se ordena como sacerdote y luego de esto, decidió quemar en su propio cuarto  la segunda parte de su novela Las almas muertas, solamente unas pequeñas partes de esta son las que complementan a la primera y lograron publicarse.

Esta novela refleja la realidad  de un ciudadano de clase media, quien con afán de obtener riqueza muestra amabilidad a la gente de un pueblo que poco a poco lo irá haciendo rico gracias a un maestro plan del protagonista para recaudar impuestos a los terratenientes.

Con esta publicación, Gógol se coloca en una posición de sátiro de la sociedad, crítico absoluto de los fenómenos de su momento contextual y probablemente por esta razón sienta culpa y decida no publicar el resto de la obra que lo posicionó como un gran escritor.

La crítica que se le avecinó a Gógol luego de abandonar su carrera como escritor, fue aplastante, pues críticos que lo había calificado como un estupendo escritor, de pronto lo degradaron al nivel de un perturbado fanático religioso.

Sin duda debió haber sido sorpresiva para el mundo literario esta decisión del escritor de abandonar su carrera por completo, sin embargo no podemos negar el ingenio y el deseo de cambio social que existe en la obra de este autor y sobre todo el talento creativo que manifestaba al utilizar los elementos fantásticos muy al estilo de E. T. A. Hoffman.

Otras obras que Nikolái Gógol son: La avenida Nevski, El retrato, Diario de un loco, La nariz y El capote, por mencionar algunas, pues la lista sigue y es bastante extensa, aunque no toda la obra de este escritor, ucraniano de nacimiento, lo posicionó en el éxito, es bastante buena y digna de ser leída.

Gógol hace mucho tiempo es bien conocido como escritor parte del canon académico, pues su complejidad e ingenio lo hacen uno de los mejores escritores del mundo, cuya obra trasciende y seguirá trascendiendo, las barreras del tiempo.