Epidramón

La importancia de llamarse “Narciso” y no Guillermo

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Ver a un hombre maquillarse es raro, aunque ya desde hace tiempo lo hacen, pero ver un diputado es aún más de llamar la atención, aunque sabemos que muchos de ellos son “maquillados” o pura imagen. Pero nos sorprende la nota del diputado priísta Guillermo Romo Méndez, que debería llamarse Narciso y no Guillermo, quien en alguna ocasión apareció vestido de novillero en la cámara de diputados para defender la fiesta brava, la cual quieren los legisladores del Partido Verde desaparezca. Este llamativo diputado apareció ataviado de torero aunque no supimos si quería algo con algunos miembros de su legislación o simplemente afloró su verdadera vocación, como la salió el gusto por presentarse “muy bien arreglado” a tribuna, lo que me hizo recordar a la tristemente célebre maestra o hasta a La Tigresa en sus épocas de ocupar una curul. Bueno, pues lo atraparon “preparándose” para su intervención en el Congreso y al reportero que le tocó encontrarlo en el baño y darse cuenta del estilismo de arreglarse, dijo el Sr. Romo que hay que dar una buena imagen para el pueblo Guanajuatense, y representación de los diputados, habló de geles, de delineadores, de enjuagues bucales, de ropa y de cierto producto a base de semen de tiburón para evitar las líneas de expresión (ha de ser su cuate el escualo, para no impresionarse). En verdad que para protagonistas muchos se pintan solos, mira que hablar de “Un México sin Hambre” y ellos bien pintados o manchados.

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Arreglarse no es malo

Ni usar joyas de oro

Aprovecha al escualo

Y uno que otro toro.

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Homenajea a artesanos

Utiliza todo el animal

Solo, con sus propias manos

Hace trabajo… ¡artesanal!