El Laberinto

Calavera a Guanajuato

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Bajó la calaca al valle

de los cerros verdes y mojados

cuando encontró en la calle

a unos turistas rezagados.

 

Les dijo “Hola visitantes,

escaparon de la barredora

pero no saldrán triunfantes

de mi guadañara aniquiladora».

 

Ellos le dijeron con temor

aquí solo estamos de paso

llévate al Gobernador

antes que lo haga el fracaso.

 

Y la muerte se fue veloz

al palacio de gobierno

pero notó algo atroz:

era más grande que el infierno.

 

Pero perdió la calma

cuando vio la cosa en tal estado:

la flaca no tenía ningún alma

y mucho se había ya tardado.

 

Se fue diciendo maldiciones

pero va a seguir rondando:

cuídense de las inundaciones

que las presas se están llenando.