Una Colorada(vale más que cien Descoloridas)

Informarse (GR)

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Atentos a las recomendaciones del gobierno de la república acerca de “informarse”, nos dimos a la tarea de buscar los antecedentes más significativos de los últimos 25 años acerca del anhelo de buscar convicciones como la expresada hace cinco lustros: “La transformación del Estado mexicano será encuentro con su futuro, no una vuelta nostálgica pero imposible al pasado.”  Pensamiento recurrente de los sucesivos detentadores del poder en México quienes con entusiasmo se han alineado con la corriente que desde 1988 consideraba que “Para encauzar los cambios de manera ordenada y lograr que prevalezca el interés general, habremos de modernizar al Estado mexicano…”.

El argumento de la modernización ha sido esgrimido de manera constante tanto por el primer mandatario, como por diversos miembros de su gabinete e incluso por legisladores bastante conocidos como es el caso de los señores Penchyna, Beltrones, Gamboa, Burgos, y gobernadores ya mencionados en los medios que sin recato han afirmado estar convencidos de este propósito: “Mantendremos la soberanía de la nación sobre los energéticos, enfatizando el ahorro en el consumo, la diversificación de sus fuentes y atendiendo de manera fundamental, aunque no exclusiva, el mercado interno…”.

¿Le parecen familiares las tres frases citadas? Pues bien eso significa que es Usted una persona muy informada, pues fueron expresadas en 1988, por Carlos Salinas de Gortari en su toma de posesión, en un largo discurso de casi 30 cuartillas. Pero ello no significa que el Satán de la película sea —como han pretendido algunos escritores mercenarios— dicho personaje, pues son varios los que se han afanado —como émulos del pretendido monopolizador de la maldad— en conducir a México para aumentar de manera descomunal los índices de pobreza, o llegar a casi 60% el comercio informal; y como de informarse se trata recordemos que la privatización de la banca se dio bajo la responsabilidad de Miguel de Madrid, y que si bien de esta banca manejada peor que en burocracia de ventanilla, el rescate se dio en 1990, mediante el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), ello fue con la anuencia unánime de los partidos políticos y de manera fundamental el PAN.

Gracias a la motivación de la costosa campaña publicitaria que nos invita a informarnos, debemos saber que la privatización, esa horrible palabra que se evita y se combate, no es algo nuevo ni achacable solo al señor Peña Nieto y sus colaboradores, pues inició en 1984, cuando los legisladores de entonces hicieron cambios tanto a la Constitución como a las leyes, para definir primero cuáles eran las empresas “no prioritarias”, con lo cual se extinguieron o liquidaron 294, fueron objeto de fusión 72, y casi 200 se vendieron o transfirieron al sector privado o el social (OSC).

Luego de 4 años de este trabajo que mandó a la calle a muchos mexicanos productivos, se empezó con la privatización de sectores, eventos ocurridos de manera intensa entre 1995 al 2000. ¿Tiene en mente el cierre de Ferrocarriles de México? ¿Conoce los resultados para el ciudadano común de la extranjerización de la banca? ¿Sabe Usted de casos en que su banco le birló ahorros y capital por la vía de comisiones no anunciadas y hasta el cierre unilateral de su cuenta apropiándose de saldos “pequeños”?[1] ¿Le ha ayudado en algo el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), creado en 1998 —por un distinguido maestro de Yale— para sustituir al FOBAPROA? Y ya que estamos en este profiláctico de diplomados para informarse, recordemos que, aun cuando no está en el mundo validada la operación privada de aeropuertos, en México se inició la privatización de 37 de los 52 que entonces existían y que a partir del 2004, con el modelo de empresas público-privadas, se ha concesionado el sector privado actividades propias del sector público, como es la certificación de construcciones (que por supuesto legitiman las violaciones al uso de suelo).

Pero tampoco seamos injustos, no son los mexicanos los campeones del despojo popular y la entrega de bienes al extranjero, a inicios de la era cristiana, un rey de los judíos —aunque en realidad los judíos auténticos estaban en su contra y lo consideraban ilegítimo— supo mantener la fiesta en paz dejando al imperio romano usufructuar la riqueza del pueblo que Herodes decía representar. Para aquellos que aseguran que México es una región llena de sanguijuelas, es bueno recordar lo dicho hace más de dos mil años: “generación de víboras ¿Quién os enseñó a huir de la hora venidera?”[2]. Y es que además de los gobernantes traidores, también había un clero dispuesto a perdonar o condenar, según fuera conveniente a los intereses de los poderosos, a los que el niño nacido en Belén, 33 años después les dijo “¡Serpientes, generación de víboras!  ¿Cómo escaparéis de la condenación…?. Y bueno la invitación a leer la historia en textos diversos, incluida la Biblia, nos ayudará en esta tarea de informarnos a la que el gobierno federal nos está convocando con sus cápsulas televisivas, en las que asegura que modernizar PEMEX no es privatizarlo y que en 5 años podremos ver la riqueza y los ahorros en nuestros recibos.

Así, informados, entenderemos que el aumento en los prediales no son tal, sino simple reflejo de la inflación y quizá esta Navidad podamos ser tan felices como el presidente, el jefe de gobierno, el gobernador de su estado y hasta los legisladores que presurosos cumplieron su tarea de modificar nuevamente la Constitución. Y para evitar acongojarse, al grado de la depresión o el suicidio, le dejo como presente de posada el siguiente texto: “la alegría de los malos es breve… aunque subiere su altivez hasta el cielo, y su cabeza tocare la nubes, como su estiércol perecerá para siempre…y se disipará como visión nocturna….” (Job 20: 5-9).

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[1] El cinismo es tal, que en algún momento para lavar la culpa de este robo descomunal, se estableció que estos “saldos” de cuentas sin movimiento (que en realidad quiere decir improductivas para el banco), se destinaban al patrimonio de la beneficencia pública, pero hoy hasta esto se ha derogado.

[2] Dicho por Juan el bautista, antes del nacimiento del niño que celebraremos el próximo 25, a los hipócritas. Citado por el apóstol Mateo según el capítulo 3:7 de su Evangelio.