Ecología Acústica

Ecología acústica

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Hace unos días en el estacionamiento de la plaza Pozuelos del municipio de Guanajuato, se llevó a cabo una reunión de personas propietarias de autos con potentes estéreos, escapes explosivos y con luces que los hacen parecer arbolitos de navidad.

Si no escuché mal, entre otros premios otorgaron uno al que más decibeles levantó (esto es al que más ruido hizo) logrando 147 decibeles. Un volumen por demás nocivo para las personas que se encuentran en el auto, y para los que se encuentran cerca y no tanto del vehículo, pues nosotros estábamos a cincuenta metros y registramos 135 decibeles. Un jet boeing 747 alcanza al despegar 120 decibeles.

Lo permitido por el Bando de Policía y buen Gobierno del H. Ayuntamiento de Guanajuato es como sigue:

Artiìculo 32. Son infracciones contra la convivencia, las siguientes:

I. Ocasionar molestias con emisiones de ruido superiores a los 68 decibeles de las 6:00 a las 22:00 horas, y 40 decibeles de las 22:00 horas a las 6:00 horas del día siguiente, que son los límites máximos permisibles en el Municipio de Guanajuato, de conformidad además con la Norma Oficial Mexicana NOM 081 ECOL 1994 y el Reglamento para la Protección del Ambiente contra la Contaminación originada por la Emisión de Ruido.

Lo que es inadmisible es que haya clubes de personas que se reúnen para vitorearse unos a otros por contribuir a la contaminación acústica del ambiente, y lo peor es que las autoridades, en este caso Fiscalización y Control no intervengan, pues establecida la norma es responsabilidad del área correspondiente hacer que se cumpla.

Otra situación fuera de la norma es la proliferación de autos y motos en la ciudad, con el escape abierto, a manera de auto de carreras, cuyas potencias exceden también los límites permitidos, que sumados a los estéreos logran contaminar el espacio acústico causando estrés por ruido a una población que tenemos derecho a la paz y el descanso.

Hago un llamado a las personas que utilizan este tipo de elementos a que disfruten de manera moderada los sonidos que escuchan, pues los niveles de ruido a que se exponen y en ocasiones exponen a los niños, causa un problema en el oído que se llama Trauma Acústico, que produce un zumbido permanente en los oídos y que resulta irreversible, amén de la pérdida paulatina del oído.

Imagino clubes dedicados a tirar basura y otorgar un premio al que mayor cantidad vierta con un mayor esfuerzo por las calles de las ciudades y que las autoridades no hicieran algo al respecto.