Organiza IEC una Diáspora musical en el Estado

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Guanajuato, Gto. 03 de enero de 2016.- Desde hace tres años, el Instituto Estatal de la Cultura, a través del Centro de las Artes de Guanajuato, ha emprendido la labor de proporcionar y difundir la educación musical de niños y jóvenes guanajuatenses.

Orgullo de Guanajuato (Foto: IEC)
Orgullo de Guanajuato (Foto: IEC)

De acuerdo con un comunicado del IEC, la conformación de grupos musicales, con material didáctico propio, creado por el personal del Instituto Estatal de la Cultura y del Centro de las Artes de Guanajuato, se ha realizado, desde la creación de las tradicionales bandas de viento, en todos los municipios, hasta llegar a la conformación de las Orquestas Sinfónicas.

El Programa de Orquestas “Orgullo Musical Guanajuato” atiende actualmente a 2100 niños y jóvenes de distintas comunidades del estado.

El maestro Felipe Carvajal, Director Artístico del programa, comenta que durante la semana del lunes 9 al viernes 13 de noviembre, la Banda Juvenil se presentó en la Ciudad de México, invitados por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), para realizar cuatro conciertos en las distintas escuelas del Colegio Militar. Dicha invitación se originó luego de que algunos miembros del ejército escucharon un concierto ofrecido en el Teatro Juárez, y la interpretación les pareció de muy buena calidad.

El programa Orgullo Musical Guanajuato reviste una gran importancia, porque es un programa de formación e investigación, pero sobre todo, “a final de cuentas, es un programa que reconstituye el tejido social a través de una actividad musical. Aquí lo importante es que la actividad musical no solo los niños la están llevando, sino toda la comunidad”, comenta el Maestro Carvajal.

Y Abundó: “Cuando se realiza un concierto es evidente que el núcleo de aprendizaje está funcionando para toda la comunidad. Cuando se presentan los niños y jóvenes se reúnen los papás, los tíos, los abuelos, los amigos e inclusive las autoridades y el sentimiento generalizado es de orgullo. La comunidad ve a sus iguales tocando, y muy bien, observan que es gente que se encuentran en la tienda o en la calle, que no son extraños.

Lo mismo sucede cuando se presenta la orquesta de maestros instructores, tanto de cuerdas como de alientos, que se juntan y forma una orquesta filarmónica de cámara. La idea es que la comunidad que se forma en torno de los núcleos de aprendizaje, que son los niños, los papás, los abuelos los tíos y los amigos, empiecen a conocer hacía dónde van, o hasta dónde pueden llegar los pequeños con la instrucción que están recibiendo.

Toda la comunidad, pero en especial los niños, reciben con un entusiasmo avasallador a sus maestros, como si fueran estrellas de rock y se observa por parte de los padres y las autoridades que una de las funciones principales del proyecto, que es la reparación del tejido social en las comunidades, está avanzando”.

El proyecto Orgullo Musical Guanajuato es muy importante porque la música es un vehículo de cohesión social. Además permite el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, que a la postre van a contribuir para la formación de los niños que participan, su familia y la comunidad en su conjunto.

En este sentido el beneficio no ha sido individual sino comunitario, inclusive hay madres de familia que se han unido a algunas de estas orquestas, puesto que, al acompañar a los niños, ha crecido en ellas la necesidad de interpretar algún instrumento, así de grande ha sido la manera en que se ha permeado esta actividad a la comunidad.

Además se trata de rescatar la música en vivo en la casa y que la tradición musical del hogar se conserve, el maestro Carvajal dice: “Estamos creando identidad y pertenencia, así como el gusto, aprendizaje musical y cohesión social. Cuando tocamos un danzón, un son o una danza, la gente se entusiasma mucho y eso lleva a una impresión emocional permanente y duradera”.

Un joven dice con orgullo: “Yo soy de un pueblo de Yuriria, San Francisco de la Cruz, y nunca me imaginé llegar a ser músico”.  Otro testimonio lo rescatamos de una chica de Jaral del Progreso que cuenta que estaba en un coro y se enteró que se iban a hacer una banda y eso la animó a aprender a tocar un instrumento. Uno más cuenta que es de San Miguel Eménguaro, en Salvatierra: “Cuando tenía nueve años me enteré que había una escuela de música en Salvatierra y mis padres me inscribieron en esa escuela, yo desde pequeño admiraba a las bandas, siempre quise conocer qué hacían y cómo tocaban para que sonaran tan bien”.

Uno de los papás expresa: “yo no sé qué pasó, pero yo tenía un hijo que desde los 10 años, veía la televisión y jugaba a los videojuegos durante 6 o 7 horas al día, no había manera de quitarlo de ahí, ni con regaños ni con promesas de otras cosas, y ahora no hay manera de callarlo, piensa en todo momento en su famoso fagot y no deja de tocar”. Son historias como esas las que mantienen el programa.

También hay casos en que la vinculación familiar es tal que todos se comprometen a ayudar en las agrupaciones musicales. En una ocasión no había percusionista en una de las localidades y el abuelo de uno de los niños dijo que él podía, se puso a tocar, ensayó con ellos y así salió el concierto.

Hay un caso particular que muestra la entrega y el compromiso de los niños y jóvenes y es el de dos hermanos de Manuel Doblado, su mamá enfermó de cáncer y murió, su papá es un señor de edad avanzada. Ellos tienen varios años en el proyecto, y nunca han faltado se levantan a las 4 de la mañana, los sábados, para llegar a Salamanca a las clases con la banda juvenil, eso demuestra la disciplina y el compromiso que los niños adquieren con la enseñanza.

Estas historias y muchas más forman parte de este gozo musical que como una diáspora viaja por el estado, en el Programa Orgullo Musical Guanajuato.

Para mayores informes acudir al Centro de las Artes de Guanajuato ubicado en Av. Revolución #204 Zona Centro, Salamanca, Guanajuato o comunicarse al tel.: (464) 6416612 y 13 ext. 101.